El Ajo Como Antienvejecimiento Natural
Miles de años antes de Cristo, se daba ajo cocido, como tónico entre los obreros, que trabajaban en las pirámides de los faraónes.
Era utilizado por los egipcios habitualmente, en el amasado del pan y en la elaboración de algunos medicamentos; llegando a convertirlo en una divinidad.
También era muy apreciado por los Persas. Pitágoras, Einstein y Richelieu, declararon su afición a los platos preparados con éste condimento.
En Inglaterra del siglo XVII se castigaba a los reos, culpables de delitos graves, a comer de forma obligada ajos crudos todos los días.
En España fue considerado un villano, durante toda la edad media y el siglo de oro. Estaba prohibido a los caballeros, e incluao se evitaba nombrarlo.
Los Rusos fueron los primeros en observar el poder desinfectante y antibacteriano del ajo, sus cualidades preventivas contra resfríos y su eficacia en las infecciones intestinales y pulmonares.
En Japón se le descubrieron veinte sustancias y se le comprobó su eficacia para retrasar la formación de coágulos sanguíneos causantes de numerosos ataque al corazón.
Su uso contínuo, reduce la presión sanguínea, mejora el abastecimiento de oxígeno de los vasos coronarios y ayuda a combatir la calcificación de las arterias. Su poder depurativo, aumenta la secreción urinaria , actuando también como laxante y estimulante de la digestión.
Previene el envejecimiento prematuro.
Contiene mucha fibra y nada de colesterol. Tiene un elevado poder calórico, colocándolo a la cabeza del grupo de hortalizas y verduras.
Hoy se sabe que el Ajo contiene alrededor de 400 sustancias entre vitaminas, minerales y proteínas. Tiene un alto contenido en fibras, es utilizado en la lucha contra tumores cancerígenos, ya que mejora la flora intestinal.Contiene alta proporción de potasio, actúa como diurético e hipotensor, y su aporte de magnesio justifica su utilización como antirreumático.
Se ha demostrado que la sustancia activa del ajo la ALIINA, se difunde rápidamente por todo el organismo siendo eliminada principalmente a través de los pulmones. Ello asociado a sus componentes azufrados y la vitamina C, le dan una indudable acción terapéutica en los procesos pulmonares.
Tiene catorce miligramos de vitamina C, colocándolo por encima de frutas como la ciruela, las cerezas, los damascos, las manzanas, el durazno, las bananas y las uvas; 0,2 miligramos de vitamina B1; posee escasa vitamina A.
Se puede guardar en conserva, poniéndolos pelados en un frasco lleno de aceite con cierre hermético (su duración es de seis meses).
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