lunes, 5 de diciembre de 2011

El dilema entre tener y ser


Un dilema cada vez mas consciente entre las sociedades mundiales

El dilema entre tener y ser


La disyuntiva no es nueva. A fines de la década del 60, Erich Fromm la desarrolló en aquel famoso libro titulado, precisamente, así: ¿Tener o ser?

En 2002, un director de cine francés, Nicolas Philibert filmó un documental sumamente elogiado y laureado en Europa con la misma idea, poniéndole como título: Ser y tener . La película transcurría en una escuela rural, entre un profesor y sus heterogéneos alumnos, y allí se conversaba sobre este dilema.
El interrogante que plantea Fromm sugiere la idea de que en la vida los individuos estuviéramos impelidos a optar por una de las dos posibilidades, como si, justamente, fuese muy difícil aunarlas.
"La diferencia entre ser y tener -decía el famoso psicoanalista alemán en su libro- no es esencialmente la misma que entre Oriente y Occidente. La diferencia está, antes bien, entre una sociedad interesada principalmente en las personas y otra interesada en las cosas."
Fromm tomaba como referentes a los que él llamaba "maestros de la vida", Cristo, Buda, en su prédica del desapego de los bienes materiales, en su apuesta a la elevación del propio potencial humano. E insistía en la necesidad de un esfuerzo continuo para "reducir el modo de tener y aumentar el modo de ser".
Esta idea aparece también en escritores como Goethe y el autor de haikus japonés Basho, en pensadores como el místico Meister Eckhart y hasta en Marx, que aconsejaba "ser mucho y no tener mucho".
El así calificado "capitalismo feroz" de nuestros días no hizo más que acrecentar la tentación de acaparar objetos y posesiones, en desmedro, claro está, de la otra necesidad básica del ser humano, que es la búsqueda interior, su sed espiritual y la reafirmación de una identidad más ética y altruista que la que responde a los requerimientos narcisistas del "yo".
Esa identidad interna, ese "ser" profundo, sería lo que nos sostendría como un eje medular, per se. No lo ganaríamos de un modo superficial, a través de círculos de pertenencia o por medio de la adquisición de objetos capaces de crear la ilusión de un estatus social.
Con respecto a las ofertas de un mundo excesivamente materialista y consumista en que vivimos -y esto se manifiesta sobre todo ahora, al aproximarse las Fiestas- recuerdo la experiencia de una amiga de la infancia.
Al llegar por primera vez a la ciudad canadiense de Montreal después de salir de un país comunista de Europa del Este, frente a la vidriera de una zapatería sintió que se mareaba más y más, hasta que se desmayó. Es que no podía creer que estuviesen en venta tantas botas de mujer: cortas, largas, medianas, azules, negras, marrones, con tachas, sin tachas, con hebillas o sin ellas, hechas con gamuza o cabritilla o charol, con taco alto, con taco bajo o sin taco, etcétera. En su país natal, en inviernos con veinte grados bajo cero sólo podía comprarse, si se tenía suerte, un tipo único de botas (existía en ciertas tiendas "privilegiadas" un solo modelo, de un solo color, de una sola medida) y había que dar las gracias si uno podía hacerse de un par de botas 39 para un pie cuyo número era, en realidad, el 36.
Que el comunismo fracasara como sistema se debió, entre otras muchas y serias razones, a que se ignorara el concepto de abundancia y las necesidades psicológicas intrínsecas de las personas, esa alegría de poder elegir lo que uno quiere para sí ante un verdadero abanico de alternativas.
Pero pareciera que el capitalismo no aprendió mucho después de la caída del Muro de Berlín. No se dio cuenta de que la sobreabundancia y el exceso tampoco son la receta adecuada en un mundo donde los recursos están mal administrados, la riqueza mal distribuida y donde la brecha entre ricos y pobres se va haciendo cada vez mayor.
El comunismo privilegió la ideología sobre los bienes materiales y el capitalismo privilegia las posesiones materiales sobre las necesidades del alma. El primero terminó fracasando y el segundo está en una crisis más que preocupante. La crisis que hoy vemos en Estados Unidos y en Europa muestra que el dilema entre tener y ser sigue siendo una cuestión irresuelta. Pero es evidente que se le ha dado demasiada preponderancia al "tener" sobre el "ser", a lo material sobre lo inmaterial.
No, no somos lo que tenemos. Creer que lo que tenemos es lo que somos ¿no será justamente el quid de una evidente confusión? Mientras no reaccionemos, terminaremos siendo lo que, de algún modo, muchos de nosotros ya somos: estresados esclavos de las posesiones, consumidos por el consumismo.
Recuerdo una frase que leí una vez y que me quedó grabada. La frase, que el lector seguramente reconocerá, dice que el rico no es aquel que más tiene, sino el que menos necesita.
En tanto no podamos resolver este problema, difícil será resolver todo lo demás. ¿Tener, parecer o ser? ¿Qué eco tienen en nosotros estos conceptos? ¿Lo sabemos?
Recientemente, en algunos teatros de Buenos Aires se estaban representando, en simultáneo, varias versiones de Hamlet. Qué fenómeno tan interesante: el príncipe Hamlet, acaso el más metafísico y el más torturado de los perturbados personajes de Shakespeare, estaba hablándonos desde distintos escenarios de la ciudad.
Su gran monólogo en el castillo de Elsinor se inicia con una línea célebre: "Ser o no ser, ésa es la cuestión. (?) Morir, dormir, tal vez soñar. He aquí el obstáculo" .
Qué importante es cuestionarse y dudar y escuchar la voz de los "espectrales" ancestros cuando éstos nos hablan al oído y nos abren los ojos para descubrir qué pasa con el poder, con las crueldades y las traiciones, con la codicia y la falsedad circundantes, con aquello que "huele mal" en las distintas Dinamarcas donde podemos estar viviendo.
¿Tener o ser? ¿Ser o tener? Esa es la cuestión, la gran pregunta, nuestra responsabilidad y nuestro desafío, y la ardua pero excelsa manera de ejercer el don tan preciado de la elección es la libertad. Lo ideal, lo difícil, sería llegar a un equilibrio, conocer las auténticas prioridades, tener una escala de valores. Lo demás -como diría Hamlet- es silencio.
© La Nacion
La autora es escritora




jueves, 1 de diciembre de 2011

¿Qué es el prana?

¿Qué es el prana?

Pregunta: 
¿Qué es el prana y cómo se manifiesta en cada uno de los siete cuerpos?
Osho:
El prana es energía, la energía vital en nosotros, la vida en nosotros. Esta vida se manifiesta a sí misma, por lo que al cuerpo físico concierne, como el aliento entrante y saliente. Son dos extremos opuestos. Los consideramos como uno solo. Decimos, "respiración", pero la respiración tiene dos extremos: la inspiración y la expiración. Toda energía tiene dos extremos, toda energía existe entre dos polos opuestos. No puede existir de otra forma. Los polos opuestos con su tensión y su armonía, crean la energía; como los polos magnéticos.
Inhalar es realmente lo contrario de exhalar y la espiración es totalmente contraria a la inspiración. En un único instante, la inhalación es como el nacimiento y la exhalación es como la muerte. En un único instante las dos cosas suceden. Cuando inhalas, naces; cuando exhalas, mueres. En un único instante existen el nacimiento y la muerte. Esta polaridad es la energía vital ascendiendo, descendiendo.
En el cuerpo físico, la energía vital adoptará esta manifestación. La energía vital nace y después de setenta años muere. Esa, también es una manifestación mayor del mismo fenómeno: inhalación y exhalación... El día y la noche.
En los siete cuerpos, el físico, el etérico, el astral, el mental, el espiritual, el cósmico, y el nirvánico, existe un correspondiente fenómeno de entrada-salida. Por lo que respecta al cuerpo mental, el pensamiento que llega y el pensamiento que se va es la misma clase de fenómeno que el aliento que entra y el aliento que sale. A cada instante un pensamiento llega a tu mente y un pensamiento se va.
El pensamiento es en sí mismo energía. En el cuerpo mental la energía se manifiesta como la llegada del pensamiento y la desaparición del pensamiento. En el cuerpo físico se manifiesta como la inhalación y la exhalación. Por eso puedes cambiar tus pensamientos con la respiración. Existe una correspondencia.
Si dejas de inhalar, impedirás entrar al pensamiento. Retén tu respiración en tu cuerpo físico y en el cuerpo mental los pensamientos se detendrán. Y, de la misma forma que el cuerpo físico se siente incómodo, tu cuerpo mental se sentirá incómodo. El cuerpo físico querrá inhalar; el cuerpo mental querrá ponerse a pensar.
De la misma forma que el aliento entra en el interior desde el exterior y el aire existe fuera de ti, también un océano de pensamiento existe alrededor de ti. Un pensamiento entra y un pensamiento sale. Así como el aire que tú respiras puede convertirse en el aire que yo respiro en otro momento, tu pensamiento puede convertirse en mi pensamiento. De la misma forma que exhalas, exhalas tus pensamientos. De la misma forma que existe el aire, existe el pensamiento; de la misma forma que el aire puede ser contaminado, también el pensamiento puede ser contaminado; de la misma forma que el aire puede ser impuro, también el pensamiento puede ser impuro.
El respirar en sí, no es prana. "Prana" significa la energía vital que se manifiesta en sí misma entre esas polaridades de entrada y salida. La energía que hace que el aliento entre, es prana; no es el aliento en sí. La energía que hace que el aliento entre, que lo consolida, esa energía que hace que el aliento entre y salga, es prana.
La energía que hace que un pensamiento entre y que un pensamiento se vaya, esa energía también es prana. Este proceso existe en todos los siete cuerpos. Solamente estoy hablando ahora del físico y del mental porque esos dos son los que conocemos; los podemos comprender fácilmente. Pero en cada nivel de nuestro ser, ocurre lo mismo.
Tu segundo cuerpo, el cuerpo etérico, tiene su propio proceso entrante y saliente. Puedes captar este proceso en cada uno de los siete cuerpos, pero lo percibirás solamente como el aliento que entra y el aliento que sale, porque solamente te relacionas con tu cuerpo físico y su prana. Entonces siempre lo mal interpretarás.
Siempre que llegue a ti cualquier sensación procedente de tus otros cuerpos o de su prana, lo interpretarás siempre como el aliento entrante y saliente, porque ésta es la única experiencia que conoces. Solamente has conocido esta manifestación del prana, de la energía vital. Pero en el plano etérico no hay ni respiración ni pensamiento, sino influjo; simplemente, un influjo, entrando y saliendo.
Entras en contacto con alguien sin haberlo conocido previamente. Ni siquiera ha hablado contigo, pero algo de él te llega. O bien le has dejado entrar o lo has expulsado. Hay una sutil influencia: puedes llamarlo amor o puedes llamarlo odio; la atracción o la repulsión.
Cuando eres repelido o atraído, esto es tu segundo cuerpo. Y a cada instante el proceso continúa, nunca se para. Siempre estás dejando entrar influencias y luego expulsándolas. El otro extremo siempre estará ahí. Si has amado a alguien, luego, en un momento determinado, serás repelido. Si has amado a alguien el aliento ha entrado; ahora será expulsado y serás repelido.
De modo que cada momento de amor será seguido por un momento de repulsión. La energía vital existe en polaridades. Nunca existe como un solo polo. ¡No puede! Y siempre que trates de considerarlo así, te esforzarás en pos de lo imposible.
No puedes amar a alguien sin odiarle en algún momento. El odio estará allí porque la fuerza vital no puede existir como un solo polo. Existe como extremos opuestos, de modo que un amigo será un enemigo; y esto continuará. Este entrar y salir sucederá hasta el séptimo cuerpo. Ningún cuerpo puede existir sin este proceso, este entrar y salir. No puede, de la misma forma que el cuerpo físico no puede existir sin inhalar y exhalar.
Por lo que concierne al cuerpo físico, nunca consideramos esos dos aspectos como opuestos, de modo que nuestra vida no resulta afectada. La vida no distingue entre inhalación y exhalación. No hay una distinción moral. No hay nada que elegir; son lo mismo. El fenómeno es natural.
Pero en lo que respecta al segundo cuerpo, el odio debe desaparecer y el amor debe quedar. Entonces has empezado a elegir. Has empezado a elegir y esta elección te causará problemas. Por eso es que el cuerpo físico es, por lo general, más sano que el segundo, que el cuerpo etérico. El cuerpo etérico siempre está en conflicto porque la elección moral lo ha convertido en un infierno. Cuando surge el amor, te sientes bien, pero cuando aparece el odio, te sientes mal. Pero ha de aparecer, de modo que una persona que sepa, una persona que haya conocido los extremos, no se siente descorazonada cuando aparece. Una persona que ha conocido los extremos está tranquila, equilibrada. Sabe qué sucederá; por esto, ni trata de amar cuando no siente amor ni crea odio alguno. Las cosas vienen y van. El no se siente atraído por lo que entra, ni repelido por lo que sale. Es simplemente un testigo. Dice, "Es como el aliento que entra y el aliento que sale".
El método de meditación budista del Anapanasati Yoga se ocupa de esto. Dice que seas simplemente un testigo de tu inspiración u de tu exhalación. Sé simplemente un testigo y empieza desde el cuerpo físico. Los otros seis cuerpos no se mencionan en el Anapanasati porque llegarán por sí mismos, poco a poco.
Cuanto más familiar llegues a sentirte con esta polaridad, con este morir y vivir simultáneamente, con este nacimiento y muerte simultáneos, más te iras dando cuenta del segundo cuerpo. Respecto al odio, Buda dice entonces que has de tener upeksha. Has de ser indiferente. Tanto si es odio como si es amor, mantente indiferente. Y no te aferres a ninguno, porque si te aferras, ¿qué sucederá con el otro extremo? Estarás incómodo. Aparecerá la enfermedad; no estás en paz.
Buda dice, "La llegada del amado es bienvenida, pero la partida del amado es llorada. El encuentro con el que te repele, es una desgracia, y la marcha del que te repele, es una dicha. Pero si continúas dividiéndote a ti mismo en esos polos, estarás en el infierno, vivirás en un infierno".
Si simplemente te conviertes en un testigo de esas polaridades, entonces dirás, "Es un fenómeno natural. Es tan natural en lo que concierne al cuerpo—o sea, uno de los siete cuerpos—que el cuerpo existe debido a esto; si no, no podría existir". Y cuando te haces consciente de esto, trasciendes el cuerpo. Si trasciendes tu primer cuerpo, entonces te haces consciente del segundo. Si trasciendes tu segundo cuerpo, entonces te haces consciente del tercero...
El ser un testigo siempre está más allá de la vida y de la muerte. Inhalar y exhalar son dos cosas y si te conviertes en testigo, entonces no eres ninguna de las dos. Entonces ha aparecido una tercera fuerza. Ahora no eres la manifestación del prana en el cuerpo físico; ahora tú eres el prana, el testigo. Ahora ves que la vida se manifiesta en el nivel físico debido a esta polaridad y si esta polaridad desaparece, el cuerpo físico desaparece; no puede existir. Necesita esa tensión para existir, esa constante tensión de entrar y salir, esta constante tensión de nacimiento y muerte. Existe debido a esto. A cada instante se mueve entre los dos polos; si no, no existiría.
En el segundo cuerpo, amor-odio es la polaridad básica. Se manifiesta de muchas formas. La polaridad fundamental es este gustar-no gustar, y a cada instante lo que te gusta se convierte en lo que te disgusta y lo que te disgusta te convierte que en lo que te gusta. ¡A cada instante! Pero nunca lo ves. Cuando lo que te gusta se convierte en lo que te disgusta, si reprimes tu desagrado y continúas engañándote, diciéndote que siempre te gustan las mismas cosas, tan sólo te estás engañando a ti mismo por partida doble. Y si algo te desagrada, sigue desagradándote, nunca te permites a ti mismo observar los momentos en que te ha gustado. Reprimimos nuestro amor hacia nuestros enemigos y reprimimos nuestro odio hacia nuestros amigos. ¡Lo reprimimos! Solamente permitimos un solo movimiento, solamente un extremo, pero debido a que éste regresa otra vez, estamos en paz. Vuelve de nuevo, por eso estamos tranquilos. Pero es algo discontinuo; nunca es continuo. No puede serlo.
La fuerza vital se manifiesta en sí misma en el segundo cuerpo como gusto y disgusto. Pero es simplemente como el respirar; no hay diferencia. La influencia es aquí el medio; el aire es el medio en el cuerpo físico. El segundo cuerpo vive en una atmósfera de influencias. No es simplemente que alguien entre en contacto contigo y tú empieces a sentir simpatía hacia él. Incluso si nadie entra y tú estás solo en la habitación, tú estarás con el gustar-disgustar, gustar-disgustar. No habrá diferencia. El gustar-disgustar se irán alternando continuamente.
Es a través de esta polaridad que existe el cuerpo etérico; ésta es su respiración. Si te conviertes en su testigo, entonces simplemente reirás. Entonces no habrá amigo ni enemigo. Entonces sabrás que es sencillamente un fenómeno natural.
Si te vuelves consciente y te conviertes en un testigo del segundo cuerpo, del gustar y disgustar, entonces podrás conocer el tercer cuerpo. El tercero es el cuerpo astral. Así como las "influencias" existen en el cuerpo etérico, el cuerpo astral tiene "fuerzas magnéticas". Su magnetismo es su respiración. En un momento dado te sientes poderoso y al siguiente instante te sientes impotente; en un instante dado eres optimista y al siguiente instante eres pesimista; en un instante dado te sientes confiado y al instante siguiente pierdes toda tu confianza. Es un magnetismo que penetra en ti y un magnetismo que se va de ti. Hay momentos en que puedes desafiar incluso a Dios, y hay momentos en que temes incluso a las sombras.
Cuando la fuerza magnética está en ti, cuando está llegando a ti, te sientes grande. Cuando se ha ido, eres simplemente un don nadie. Y esto cambia hacia atrás y hacia adelante, como el día y la noche; el círculo da vueltas, la rueda da vueltas. Así, incluso una persona como Napoleón tiene sus momentos de impotencia e incluso una persona muy cobarde tiene sus momentos de bravura.
En el judo existe una técnica para determinar cuándo una persona carece de fuerza. Ese es el momento de atacar. Cuando es poderoso, te derrotará, de modo que has de saber el momento en que su poder magnético se le va y entonces atacar, y tú has de incitar a que te ataque cuando tu fuerza magnética está entrando. Este entrar y salir de la fuerza magnética corresponde a tu aliento. Por eso, cuando has de hacer algo complicado, retienes tu respiración. Por ejemplo, si has de levantar una pesada piedra, no puedes alzarla cuando el aliento está siendo expulsado. ¡No puedes hacerlo! Pero cuando el aliento está entrando, o cuando es retenido, puedes hacerlo. Tu respiración se corresponde con lo que está sucediendo en el tercer cuerpo. De modo que cuando el aliento está saliendo, a menos que la persona en cuestión haya sido entrenada para engañarte, es el instante en que su fuerza magnética se le está yendo, éste es el instante de atacar. Y éste es el secreto del judo. Incluso una persona más fuerte que tú puede ser derrotada si conoces el secreto de cuándo se siente él temeroso e inerme. Cuando la fuerza magnética no está en su interior, se sentirá inerme.
El tercer cuerpo vive en una esfera magnética, como el aire. A nuestro alrededor hay fuerzas magnéticas; las inspiras y las exhalas. Pero si te das cuenta de esta fuerza magnética que está entrando y saliendo, entonces ni serás poderoso ni impotente. Trascenderás ambos.
Entonces existe el cuarto cuerpo, el cuerpo mental: pensamientos que entran y pensamientos que salen. Pero esta entrada-salida de pensamientos tiene también su paralelismo. Cuando un pensamiento viene a ti al inspirar, solamente en esos momentos nace un pensamiento original. Cuando exhalas, esos son momentos de impotencia; ningún pensamiento original puede nacer de esos momentos. En los momentos en que algún pensamiento original aparece, la respiración incluso se para. Cuando algún pensamiento original nace, entonces la respiración se detiene. Es simplemente un fenómeno de correspondencia.
Con los pensamientos que se van, no nace nada. Simplemente están muertos. Pero si tú te haces consciente de tus pensamientos entrantes y salientes, entonces puedes conocer el quinto cuerpo.
Hasta el cuarto cuerpo las cosas no son difíciles de entender, porque tenemos alguna experiencia sobre la que basarnos para comprenderlas. Más allá del cuarto las cosas se vuelven muy extrañas, pero aún así, algo puede ser comprendido. Y cuando tú trasciendes el cuarto cuerpo lo comprendes más.
En el quinto cuerpo... ¿cómo decirlo? La atmósfera del quinto cuerpo es la vida, del mismo modo que el pensamiento, el aliento, la fuerza magnética, el amor-odio, son las atmósferas de los cuerpos inferiores.
Para el quinto cuerpo, la vida misma es la atmósfera. Así que en el quinto, la entrada es un momento de vida, y la salida es un momento de muerte. Con el quinto, te vuelves consciente de que la vida no es algo que esté en ti. Entra en ti y se va de ti. La vida misma no está en ti. Simplemente entra y sale como la respiración.
Por eso es que "respiración" y "prana" se han convertido en sinónimos; debido al quinto cuerpo. En el quinto cuerpo, la palabra prana es muy importante. Es la vida la que está entrando y la vida la que está saliendo. Y de ahí el miedo a la muerte que constantemente nos persigue. Eres consciente siempre de que la muerte está cerca, esperando en la esquina. Siempre está ahí, esperando. Este sentimiento de que la muerte siempre que está esperando, este sentimiento de inseguridad, de muerte, de oscuridad, se relaciona con el quinto cuerpo. Es un sentimiento muy oscuro, muy vago, porque no eres completamente consciente de él.
Cuando llegas al quinto cuerpo y te vuelves consciente de él, entonces sabes que la vida y la muerte son, ambos, la respiración del quinto cuerpo; entrando y saliendo. Y cuando te das cuenta de esto, entonces sabes que no puedes morir, porque la muerte no es un fenómeno inherente, como tampoco lo es la vida. Ambos, vida y muerte, son fenómenos exteriores que te ocurren a ti. Tú nunca has estado vivo, nunca has estado muerto; tú eres algo que trasciende por completo a ambos. Pero este sentimiento de trascendencia solamente puede llegar cuando te vuelves consciente de la fuerza vital y de la fuerza mortal en el quinto cuerpo.
Freud ha dicho en alguna parte que él tuvo, en cierta medida, un vislumbre de esto. El no era un adepto al Yoga, sino, lo habría comprendido. El lo llamó "la voluntad de morir", y dijo que cada hombre, a veces ansia la vida y a veces ansía la muerte. Hay dos voluntades opuestas en los hombres. Una voluntad de vivir y una voluntad de morir. Para la mente occidental esto resultaba completamente absurdo, ¿cómo podían esas voluntades contradictorias existir en una persona? Pero Freud dijo que, debido a que es posible el suicidio, debe de existir una voluntad de morir.
Ningún animal se suicida, porque ningún animal puede llegar a darse cuenta del quinto cuerpo. Los animales no pueden suicidarse porque no pueden volverse conscientes, no pueden saber que están vivos. Para cometer suicidio, es necesaria una cosa: ser conscientes de la vida; y ellos no son conscientes de la vida. Pero también hay otra cosa que es necesaria: para cometer suicidio debes también ser inconsciente de la muerte.
Los animales no pueden suicidarse porque los animales no son conscientes de la vida, pero nosotros podemos suicidarnos porque nosotros somos conscientes de la vida, pero no somos conscientes de la muerte. Si uno se vuelve consciente de la muerte, entonces uno no puede suicidarse. Un Buda no puede suicidarse porque eso es algo innecesario, es una estupidez. El sabe que no puedes realmente matarte a ti mismo; sólo puedes simular que lo haces. El suicidio es simplemente una pose, porque en realidad ni estás vivo ni muerto.
La muerte pertenece al quinto plano, al quinto cuerpo. Es la salida de una determinada energía y la entrada de una determinada energía. Tú eres aquél en el que esto sucede. Si te identificas con lo primero, puedes hacer lo segundo. Si te identificas con el vivir y la vida se vuelve algo imposible, puedes decir, "Me suicidaré". Esto es el otro aspecto de tu quinto cuerpo afirmándose a sí mismo. No hay ni un solo ser humano que no haya pensado alguna vez en suicidarse... porque la muerte es la otra cara de la vida. Esta otra cara puede convertirse en suicidio o asesinato; puede ser cualquiera de los dos.
Si estás obsesionado con la vida, si estás tan aferrado a ella que suspiras por negar la muerte por completo, entonces eres capaz de matar a otro. Al matar a otro satisfaces tu deseo de muerte: "la voluntad de morir". Con este truco, la satisfaces, y piensas que ahora no tendrás que morir porque alguien ya ha muerto.
Los que han cometido grandes asesinatos,—Hitler, Mussolini—sienten mucho temor hacia la muerte. Siempre tienen miedo de la muerte, de forma que proyectan esta muerte sobre los demás. La persona que es capaz de matar a alguien siente también que ella es más poderosa que la muerte. El puede matar a otros. De un modo mágico, con una fórmula mágica, él piensa que, debido a que él puede matar, él trasciende la muerte; que una cosa que él puede hacer a los demás, no puede ocurrirle a él. Esto es una proyección de la muerte, pero puede volver de regreso a ti. Si acabas con tantas personas que al final te suicidas, es la proyección que regresa a ti.
En el quinto cuerpo, con la vida y la muerte llegando a ti, con la vida entrando y saliendo, uno no puede estar apegado a nadie. Si estás apegado, no estás aceptando la polaridad totalmente y enfermarás.
Hasta el cuarto cuerpo no era tan difícil, pero concebir la muerte y aceptarla como otro aspecto de la vida, es la acción más difícil. Sentir la vida y la muerte como paralelos, siendo simplemente lo mismo, dos aspectos de una cosa, es lo más difícil. Pero en el quinto, ésta es la polaridad. Esta es la existencia pránica del quinto.
Con el sexto cuerpo, las cosas se vuelven incluso más difíciles, porque el sexto ya no es la vida. Para el sexto cuerpo... ¿qué decir? Después del quinto, el "yo" desaparece, el ego desaparece. Entonces deja de haber ego; te vuelves uno con el Todo. Ahora no hay ninguna "cosa" tuya que entre y salga, porque no existe el ego. Todo se convierte en cósmico, y debido a que se convierte en cósmico, la polaridad adopta la forma de Creación y Destrucción; srishtri y pralaya. Por eso es que se vuelve más difícil con el sexto; la atmósfera es la "fuerza creativa y la fuerza destructiva". En la mitología hindú se denominan esas fuerzas como Brahma y Shiva.
Brahma es la deidad de la Creación, Vishnú es la deidad del la Conservación, y Shiva es la deidad de la Gran Muerte, de la Destrucción o Disolución, donde todo regresa a su fuente original. El sexto cuerpo existe en esta inmensa esfera de creatividad y destrucción; la fuerza de Brahma y la fuerza de Shiva.
A cada instante la creación llega hasta ti y a cada instante todo se sumerge en la disolución. Por esto cuando un yogui dice, "He contemplado la Creación y he contemplado el Pralaya, el Final; he visto la aparición del mundo y he visto el regreso del mundo al vacío", está hablando del sexto cuerpo. El ego no está allí; todo aquello que entra y sale eres tú. Tú te vuelves uno con ello.
Una estrella nace; ése es tu nacimiento. Y la estrella está desaareciendo; ésa es tu muerte. Por eso se dice en la mitología hindú que una Creación es una respiración de Brahma, ¡Solamente una respiración! Es la respiración de la fuerza cósmica. Cuando Brahma inhala, la creación aparece; nace una estrella, las estrellas nacen del caos, todo empieza a existir. Y cuando su aliento es exhalado, todo desaparece, todo se extingue: una estrella muere... La Existencia entra en la no-Existencia.
Por eso digo que en el sexto cuerpo es muy difícil. El sexto no es egocéntrico; se convierte en cósmico. Y en el sexto cuerpo se conoce todo sobre la Creación, todo lo que las religiones del mundo nos cuentan. Cuando uno habla de la Creación, está hablando del sexto cuerpo y del conocimiento asociado a él. Y cuando uno habla del gran Diluvio, del final, uno habla del sexto cuerpo.
Con el Diluvio Universal de la mitología judeo-cristiana o babilónica o de la mitología siria, o con el pralaya de los hindúes, aparece la exhalación, ésa del sexto cuerpo. Es una experiencia cósmica, no una individual. Es una experiencia cósmica, ¡Tú no estás allí!
La persona que está en el sexto cuerpo, que ha alcanzado el sexto cuerpo, contemplará todo aquello que está muriendo como si fuera su propia muerte. Un Mahavira no puede matar una hormiga, debido no a algún principio de no-violencia, sino a su propia muerte. Todo aquello que muere es su muerte.
Cuando te vuelves consciente de esto, de la creación y la destrucción, de las cosas entrando en la Existencia a cada instante y de las cosas desapareciendo de la Existencia a cada instante, esa consciencia es el sexto cuerpo. Siempre que algo desaparece de la Existencia, otra cosa está entrando. Un sol está muriendo; otro está naciendo en alguna otra parte. Esta Tierra morirá; otra Tierra vendrá. Nos aferramos incluso en el sexto cuerpo. "La Humanidad no ha de morir", pero todo aquello que ha nacido ha de morir, incluso la Humanidad ha de morir. Las bombas de hidrógeno se crearán para destruirla. Y en el instante en que creemos bombas de hidrógeno, al instante siguiente crearemos un deseo de ir a otro planeta, porque la bomba implica que la Tierra se acerca a su muerte. Antes de que esta Tierra muera, la vida empezará a evolucionar en algún otro lugar.
El sexto cuerpo es el sentimiento de la Creación y la Destrucción cósmicas. Creación-destrucción... el aliento entrante-el aliento saliente. Por eso se utiliza "La respiración de Brahma". Brahma es una personalidad del sexto cuerpo; te conviertes en Brahma en el sexto cuerpo. En realidad te vuelves consciente de ambos, de Brahma y de Shiva, de los dos polos. Y Vishnú está más allá de la polaridad. Ellos forman el trimurti, la Trinidad: Brahma, Vishnú, y Mahesh, o Shiva.
Esta Trinidad es la trinidad del "ser testigo". Si te haces consciente de Brahma y de Shiva, del creador y del destructor, si te vuelves consciente de esos dos, entonces conoces el tercero, Vishnú. Vishnú es tu realidad en el sexto cuerpo. Por eso Vishnú se convierte en el más importante de los tres. Brahma es recordado, pero aunque él es el dios de la creación, es adorado solamente en uno o dos templos. Él debería ser adorado, pero no es realmente adorado.
Shiva es más adorado incluso que Vishnú, porque tememos la muerte. Su adoración nace de nuestro miedo a la muerte. Pero muy pocos adoran a Brahma, al dios de la creación, porque no hay nada que temer; tú ya has sido creado, de modo que Brahma no te preocupa. Por eso no hay un solo gran templo que se le haya dedicado. El es el creador, de modo que todos los templos deberían estar dedicados a él, pero no lo están.
Shiva tiene el mayor número de devotos. Está en todas partes porque muchos templos fueron construidos en honor a él. Simplemente una piedra es suficiente para simbolizarlo; si no, hubiera sido imposible crear tantos ídolos de él. De modo que una simple piedra es suficiente... Pones una piedra en cualquier lugar y Shiva está allí. Debido a que la mente teme tanto a la muerte, no puedes escapar de Shiva; ha de ser adorado, y ha sido adorado.
Pero Vishnú es la divinidad más sustancial. Por eso Rama es una encarnación de Vishnú, Krishna es una encarnación de Vishnú, todos los avataras, las encarnaciones divinas, son una encarnación de Vishnú. E incluso Brahma y Shiva reverencian a Vishnú. Brahma puede ser el Creador, pero él crea para Vishnú; Shiva puede ser el Destructor, pero el destruye para Vishnú. Esos son los dos alientos de Vishnú: el que entra y el que sale. Brahma es el aliento entrante y Shiva es el aliento saliente. Y Vishnú es la realidad en el sexto cuerpo.
En el séptimo cuerpo las cosas son incluso más difíciles. Buda llamó al séptimo cuerpo el nirvana kaya, el cuerpo de la Iluminación, porque la Mente, el Absoluto, reside en el séptimo cuerpo. El séptimo cuerpo es el cuerpo supremo, así que allí no hay ni creación ni destrucción, sino, más bien, ser y no-ser. En el séptimo, la creación siempre es de algo, no es la tuya. La creación será de algo que no eres tú y la destrucción será de algo que no eres tú, mientras que el ser eres tú y el no-ser eres tú. El séptimo cuerpo, ser y no-ser, existencia y no existencia, son los dos alientos. Uno no debería identificarse con ninguno. Todas las religiones han empezado a través de aquellos que han alcanzado el séptimo cuerpo. Y, a lo sumo, el lenguaje puede ser reducido a dos palabras: ser y no ser. Buda habla el lenguaje del no-ser, del aliento saliente, de modo que dice, "La nada es la realidad", mientras que Shankara habla el lenguaje del ser y dice que el "Brahman es la Realidad Suprema". Shankara emplea términos positivos porque él elige el aliento entrante y Buda emplea términos negativos porque él elige el aliento saliente. Pero son sólo elecciones en lo que se refiere al lenguaje.
La tercera elección es la realidad, lo que no puede ser expresado. Como máximo podemos decir: el "ser absoluto", o el "no-ser absoluto". Es lo más que puede decirse porque el séptimo cuerpo está más allá de esto. El trascenderlo es aún posible. Puedo decir algo sobre esta habitación si salgo afuera. Si trasciendo esta habitación y voy a otra habitación, puedo recordar ésta, puedo decir algo sobre ésta. Pero si yo salgo de esta habitación y caigo en un abismo, entonces no puedo decir nada de esta habitación. Con cada cuerpo, podía expresarse un tercer punto mediante palabras, símbolos, porque el cuerpo que lo trascendía estaba ahí. Podías ir allí y mirar hacia atrás. Pero solamente hasta el séptimo es esto posible. Más allá del séptimo no se puede decir nada, porque el séptimo es el último cuerpo; más allá está la "ausencia de cuerpo".
Con el séptimo uno ha de elegir "ser" o "no-ser", o el lenguaje de la negación o el lenguaje de la positividad. Y solamente hay dos elecciones. Una es la elección de Buda; el dice, "Nada queda". Y la otra es la elección de Shankara; él dice, "Todo es".
En las siete dimensiones, en los siete cuerpos, por lo que respecta al hombre y por lo que respecta al mundo, la energía vital se manifiesta en esferas multidimensionales. En todas partes, siempre que haya vida, el proceso entrante y saliente estará allí. Siempre que exista vida, el proceso existirá. La vida no puede existir sin esa polaridad.
De modo que prana es energía, energía cósmica, y nuestro primer encuentro con ella es en el cuerpo físico. Se manifiesta primero como respiración, y luego va manifestándose como otras formas de respiración: influencias, magnetismo, pensamientos, vida, creación, ser. Continúa y si uno se vuelve consciente de ello, uno siempre lo trasciende y llega a un tercer punto. En el momento en que alcanzas este tercer punto, trasciendes ese cuerpo y entras en el siguiente cuerpo. Entras en el siguiente cuerpo desde el primero, y así prosigues.
Si sigues trascendiéndolos todos, hasta el séptimo habrá todavía un cuerpo, pero más allá del séptimo está la "ausencia de cuerpo". Entonces tú te vuelves puro. Entonces no estás dividido; entonces deja de haber polaridades. Entonces se es advaita, no-dos. Entonces hay unidad.

domingo, 20 de noviembre de 2011

SÉSAMO








SÉSAMO
Tesoro culinario

Es uno de los cultivos más antiguos de la humanidad. En la tumba del faraón Ramses III (siglo XIII a.C.) hay indicaciones sobre su uso culinario. En la tradición hindú, el sésamo representa el principio de la vida. En la antigua Grecia era conocido y apreciado, recomendándolo Hipócrates en sus escritos.

El origen de su uso y cultivo se pierde en la noche de los tiempos. Se cree que procede de Oceanía, de donde paso a India y luego llegó a Egipto. Otras teorías lo conciben originario de los Himalayas y hay quienes sugieren un origen africano. El sésamo (Sesamum inducum) es una planta oleaginosa cuyo cultivo se ha extendido a todas las regiones tropicales y subtropicales del planeta. Hay muchas variedades que producen semillas de distintos colores: negras, marrones y blancas; éstas dan aceite más fino y de mejor calidad.

En la antigua Grecia era muy apreciado y los soldados llevaban una bolsita de supervivencia con semillas de sesamón. Hipócrates y Discórides recomendaban sésamo en sus prescripciones curativas. Los árabes la llamaban alcholcholén y de allí viene otro de sus denominaciones: ajonjolí. En países de Oriente, como Japón y China, el sésamo constituye un alimento tradicional, pues posee la facultad de fortalecer el sistema nervioso, mejorar el metabolismo y prevenir varias enfermedades, entre ellas la arteriosclerosis y la hipertensión arterial, retardando el envejecimiento celular y favoreciendo la longevidad. En la India es símbolo de inmortalidad, representando el principio de la vida.

CARACTERÍSTICAS NUTRICIONALES

Las semillas de sésamo contienen una amplia variedad de principios nutritivos de alto valor biológico. Tienen un 52% de lípidos, de lo cuales el 80% son ácidos grasos insaturados, principalmente omegas 6 y 9, lo cual les confiere una gran eficacia en la regulación del nivel de colesterol en sangre. Entre estos lípidos se encuentra la lecitina, grasa fosforada que desempeña una importante función en el organismo: es componente esencial del tejido nervioso, se encuentra en la sangre, el semen, la bilis e interviene en la función de las glándulas sexuales. La lecitina es un poderoso emulsionante que facilita la disolución de las grasas en medio acuoso, previniendo el agotamiento nervioso y cerebral. En la sangre mantiene disuelto el colesterol, evitando así su depósito en las paredes arteriales (arteriosclerosis). El sésamo es, junto a la soja, el vegetal más rico en lecitina.

El sésamo tiene un 20% de proteínas, de alto valor biológico, formadas por 15 aminoácidos distintos con una elevada proporción de metionina (uno de los 8 aminoácidos esenciales). Su valor proteico se potencia cuando se lo combina con legumbres y cereales. Un ejemplo de esto es el hummus de Medio Oriente, una pasta de sésamo y garbanzo; o el arroz con gomasio de los orientales.

A nivel de vitaminas, el sésamo posee dos del complejo B (B1 o tiamina y B2 o riboflavina), en cantidad mucho más elevada que cualquier otra semilla oleaginosa. También aporta buena cantidad de vitamina E (tocoferol), que es antioxidante y responsable de los siguientes procesos orgánicos: retardar el envejecimiento, reducir la tasa de colesterol, eliminar los metales tóxicos, mantener el tono muscular y nervioso, la fertilidad, la virilidad y el índice de coagulación. Además el sésamo posee vitaminas B3, B5, B6, K, ácido fólico, biotina, inositol y colina.

En minerales es donde el sésamo se destaca, sobre todo por su alto contenido de calcio biodisponible, cuyo tenor es superior a cualquier alimento natural, a excepción de algún tipo de queso duro (ciertas variedades superan los 1.100mg, contra los 120mg de la leche). Pero la relevancia del sésamo respecto a los lácteos, es que también esta bien dotado de los minerales necesarios para que ese contenido de calcio pueda ser fácilmente asimilado por el organismo; nos referimos al magnesio, el fósforo, el silicio, el cinc, el cobre y el boro. Además el sésamo posee la mayoría de los demás nutrientes sinérgicos al calcio: ácidos grasos esenciales, vitaminas y aminoácidos. También posee cantidades importantes de potasio, hierro (10,4 mg contra 7,9 mg del “afamado” hígado), selenio, yodo y cromo.

Otros componentes interesantes del sésamo son sus antioxidantes, pertenecientes a la familia de los lignanos. Entre ellos: sesamin, sesamolin, sesamol, sesaminol, sesamolinol y pinoresinol. Estos compuestos fenólicos aportan estabilidad a los acidos grasos presente en la semilla, razón por la cual el aceite de sésamo, aún siendo poliinsaturado, es muy utilizado en la cocina oriental. Pero más allá de esto, los antioxidantes del sésamo han demostrado producir los siguientes efectos: retardan el envejecimiento celular, prolongando la vida útil de las células; actúan contra hongos y bacterias; inhiben el desarrollo de células cancerígenas; poseen acción antiparasitaria; eliminan radicales libres, interrumpiendo procesos de oxidación celular; se potencian con la vitamina E (alfa tocoferol) presente en la semilla, mejorando su absorción en el organismo y, en consecuencia, su acción antioxidante.

Completa la riquísima composición del sésamo, su excelente calidad de fibra. Además de la fibra insoluble, están los mucílagos presentes en la semilla, los cuales le confieren una suave acción laxante y un importante efecto protector de la flora intestinal.

PROPIEDADES TERAPEUTICAS

En síntesis podemos concluir que se trata de un alimento de gran calidad, alcalinizante de la sangre, energético, mineralizante, reconstituyente muscular y nervioso, potenciador de la memoria y las facultades intelectuales, protector circulatorio y laxante. Indicado en estados carenciales como osteoporosis, debilidad ósea, pérdida del cabello, caries, encogimiento de las encías y debilidad pulmonar.

El sésamo es útil frente a problemas nerviosos: agotamiento, estrés, pérdida de memoria, depresión, irritabilidad, insomnio. Es un excelente complemento nutritivo para personas sometidas a gran actividad mental o intelectual. También ayuda a soportar exigencias físicas: prácticas deportivas, embarazo, lactancia o períodos de convalecencia. Como sumatoria de estas virtudes se explican sus tradicionalmente reconocidas características afrodisíacas, pues ayuda a mantener la capacidad sexual.

Otro campo terapéutico del este magnífico complemento nutritivo es el de los problemas circulatorios. Su capacidad de disminuir el colesterol en sangre lo hace indicado en arteriosclerosis, prevención de infarto de miocardio y de trombosis arterial. También es útil en casos de hemorroides e irregularidades menstruales (amenorrea y dismenorrea). En otro orden, los yoguis hindúes recomiendan una ingesta diaria de 25 gramos a fin de generar tejidos sutiles en el organismo.

USOS Y APLICACIONES

Hay muchas maneras de consumir las versátiles semillas de sésamo. Además de aprovechar sus magníficas propiedades, se puede disfrutar de su exquisito sabor, tanto en preparaciones saladas como dulces. Si bien lo ideal es ingerir las semillas crudas, es muy difícil extraer su riqueza interna, pues se requeriría una excelente y meticulosa masticación. Por ello, es tan recomendado el popular Gomasio (que significa "sal de sésamo"), de amplia difusión en Oriente para condimentar cereales y verduras. Se realiza con un ligero tostado de las semillas, las cuales luego se muelen y se mezclan con sal marina. El gomasio ayuda a reducir el uso de sodio, sin sacrificar el sabor. Incluso la versión sin sal (preferida por hipertensos) puede ser utilizada en platos dulces, pues combina muy bien en postres y desayunos. También el sésamo molido puede combinar con otras semillas; es el caso del preparado Multisemilla, donde está mezclado con girasol y lino; o el Queso Rallado Vegetal, donde además se agrega: germen de trigo, levadura de cerveza y algas en polvo.

Otra antigua forma de consumir el sésamo, es a través de pastas que se forman con las semillas molidas. Si se mezclan con agua, obtenemos el Tahin; si se mezclan con miel de abejas, se logra el Halva, exquisita pasta dulce y energética, ideal para niños y adolescentes. En ambos casos el resultado es un excelente concentrado de energía y vitalidad, que puede consumirse a cucharadas, untado, o combinado con otros alimentos (con pasta de garbanzos se obtiene el popular hummus). En el caso del Tahin, también llamado manteca de sésamo, estamos en presencia de un excelente y ventajoso sustituto de lácteos. No solo reemplaza a la manteca o a la crema, sino que diluido permite obtener rápidamente una exquisita leche de sésamo. También es conocido el uso del sésamo adicionado a productos de panificación: tartas, panes, bizcochos, tortas y pastelería.

Menos difundido es el uso del aceite de sésamo. Es un aceite de gran calidad y sobre todo de gran estabilidad. Esto se debe a su contenido en compuestos antioxidantes, que le garantizan una larga vida e impiden que se enrancien, tanto el aceite como los alimentos preparados con él (panes, galletas, etc). Lo importante es que se trate de aceite de primera presión en frío y sin proceso alguno de refinación; esto lo hace de precio algo elevado para el consumo cotidiano y ello conspira contra su masificación. Obtenido de semillas sin tostar (los comedores orientales suelen usar la versión más aromática, realizada a partir de semillas tostadas), también es un excelente aceite para masajes, cosmética (previene la formación de arrugas y se usa como protector solar) y terapia (regenera estrías post embarazo).

ALGUNAS RECETAS CON SESAMO
Manteca de sésamo (Tahin)
Lavar y remojar ½ kilo de sésamo blanco en agua tibia por 3hs. Colar y reservar el agua. Procesar adicionando el agua del remojo y sal rosada líquida hasta obtener una pasta consistente. Envasar en frasco de vidrio y guardar siempre en heladera.
Leche de sésamo
Moler ¼ taza de sésamo blanco en un molinillo. Agregar ½ litro de agua y licuar bien ambos ingredientes. Dejar macerar unas 3 horas, luego filtrar y endulzar. Otro sistema consiste en mezclar en licuadora una taza de tahin con dos tazas de agua.
Bechamel sin lácteos ni harinas
Colocar el tahin en un jarro. Agregar agua caliente y revolver hasta lograr la consistencia de “salsa blanca”. Condimentar con nuez moscada y sal marina enriquecida a gusto.
Queso mantecoso vegetal
Procesar 300g de tofú, 2 cucharadas salsa de soja, 2 cucharadas de tahin, 2 cucharadas de aceite de oliva y 1 cucharadita de condimento para pizza. Si fuese necesario agregar agua tibia hasta lograr la consistencia cremosa. Cubrir la pizza precocida, completar con cebolla salteada, morrones asados y aceitunas. Terminar la cocción en horno caliente.
Bolas de mijo y sésamo
2 tazas de mijo cocido, 2 cucharadas de tahin, 2 cucharadas de sésamo tostado, 1 cucharada de pasa de uva sin semilla, 1 cucharada de miel, esencia de vainilla, coco rallado y canela molida.
Aromatizar el mijo con canela y vainilla. Mezclar el tahin con la miel. Unir todos los ingredientes. Hacer pequeñas bolas y rebozar con el coco rallado. Guardar en heladera.
Galletas de avena y sésamo
350g de tahin, 150g de azúcar integral mascabo, 150g de semillas de girasol peladas, 6 cucharadas de ralladura de limón, 350g de avena fina, 2 cucharadas de semillas de sésamo.
Mezclar en un cuenco el tahin y el azúcar; añadir las semillas de girasol y la ralladura de limón. Incorporar la avena, agregando agua hasta obtener una masa fluida y ligera. Aceitar una bandeja de horno, disponer montoncitos de masa con ayuda de una cuchara, presionar ligeramente, espolvorear con las semillas de sésamo y hornear de 15 a 20’ en horno mediano.
Bomboncitos de sésamo
Lavar ½ kilo de sésamo, escurrir y tostar en sartén seca. Moler en procesadora y mezclar con ½ kilo de miel. Formar los bomboncitos y pasar por coco rallado. Guardar en heladera.
Paté de garbanzos (Hummus)
Procesar hasta lograr una pasta homogénea: 300g de garbanzos hervidos bien cocidos (150g secos), 2 cucharadas de tahin o manteca de sésamo, 2 dientes de ajo machacados, 1 cucharadita de comino molido, 1 rama de perejil picado, ½ cucharadita de pimentón, jugo de medio limón, 3 cucharadas de aceite de oliva y sal marina enriquecida. Consumir fresco o guardar en heladera en recipiente cerrado.
Pasta para sándwich
En una taza de tahin incorporar una cucharada de salsa de soja, una cucharadita de cúrcuma y dos cucharadas de aceite de oliva extra virgen. Mezclar y usar para untar a modo de mayonesa.
Pasta con aceitunas para copetín
Procesar: 300g de tofú, 2 cucharadas de tahin, 1 cucharada de pasta de aceitunas o 15 aceitunas negras descarozadas, 1 pizca de cúrcuma, 2 dientes de ajo y 3 cucharadas de salsa de soja. Espolvorear con 3 cucharadas de perejil crudo picado.

xtraído del libro “Alimentos Saludables”.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Las amistades toxicas

 

 

Amistades Toxicas

Quien tiene un amigo tiene un tesoro...pues visto lo visto, hay veces que prefiero ser pobre que atesorar.

Cuando estamos en la edad del pavo, lo que más ilusión le suele hacer a una persona,es sentirse integrado, formar parte de un grupo amplio, y contra más numeroso sea, mejor te sientes. Te vas haciendo mayor, y es ley de vida, que a medida que cada uno va tirando por su camino y labrandose su futuro, mucha gente se vaya quedando en la cuneta.

En esa época, la perdida a veces va seguida de un drama descomunal, se rompen pactos de sangre y promesas de dificil cumplimiento tipo estaremos juntos contra viento y marea, pero detrás de esa "criba", cuando vas madurando, te das cuenta de que la vida te ha ido dejando a tu lado a la gente que te es verdaderamente útil, la típica persona con la que aunque haga meses que no te vas a tomar un café, sabes a ciencia cierta que va a estar ahí para ti en cuanto lo necesites.

Por eso me gusta más que el dicho de el tesoro, aquel que dice que los buenos amigos bien escogidos y que siempre te sobren dedos de la mano a la hora de contarlos. En realidad no se si existe como tal, pero suena bonito.

En esta vida hay menos opciones de encontrar un amigo fiel que un amigo "carroñero". El amigo tóxico es el más dicifil de localizar pero el que más abunda. Para que os hagais una idea, es aquella persona que de primeras parece que se acerca a ti con todo el buen sentimiento que pueda albergar, pero que a la larga va dejando salir sus autenticas intenciones, que no son otras que obtener el máximo beneficio de su victima y en los momentos de autentica necesidad o dificultad, nunca están para nadie. Será el primero en irse a tomar una copa contigo cuando las cosas van bien, sera el primer avestruz en esconder la cabeza cuando algo se tuerza.

Gente como esta hay a montones por el mundo, y son detalles absurdos los que te hacen darte cuenta de que de amigos tienen más bien poco en realidad. Cuando todo es de color de rosa y se sienten el constante centro de atención del universo, son los más felices del mundo, si una persona trata de ser minimamente individual en su entorno, el ave rapaz que lleva en su interior, despliega las garras y entonces tendrás que temer lo peor.

El carroñero o amigo tóxico intentará hacerte quedar como el malo de la pelicula frente a todos vuestros conocidos, inventando las excusas mas inverosímiles con tal de sentirse escuchado aunque sepa a ciencia cierta que su teoría no se sostiene ni con palillo chinos, pero se sienten realizados así.

Ante este caso tenemos dos opciones a tener en cuenta. Una, te quedas como estás, le dejas hablar y si no eres demasiado avispado, empezaras a sentirte culpable por algo que nos ha hecho y cargaras con el mochuelo durante el resto de tu vida pensando que es mejor estar mal acompañado que solo. La otra que te queda es o bien plantarle cara y tratar de ver que pasa y a partir de ahí actuar en consecuencia, o si no, apartarte de ese entorno lo antes posible. Es la opcion más jodida, porque te arriesgas a quedarte sola, eso sí, ahí descubriras a la gente que realmente está interesada en mantener tu amistad e incluso descubrirás a personas que tenías por ahí arrinconadas y que en el fondo te aportan mucho más que tu supuesto amigo.

Os hablo desde mi propia experiencia en este caso, me ha costado muchos días encerrada en casa y solita como un pino, hasta que te planteas que en realidad, tu mejor amigo no es el que te saca en tus ratos de aburrimiento, sino el que te saca del pozo en el que puedas hundirte mucho antes de que tengas el peligro real de caer.Para beberse una copa, están los bares llenos!!!
Fuente
http://desandarloandado.blogspot.com/2008/12/amistades-toxicas.html

jueves, 20 de octubre de 2011

El Alimento estrella La Cebolla









Foto: AJJ


Alimento estrella
Cebolla
La cebolla, sana y nutritiva, esconde numerosas propiedades medicinales entre sus capas y además resulta muy versátil en la cocina.

La cebolla es rica en minerales y oligoelementos: calcio, magnesio, cloro, cobalto, cobre, hierro, fósforo, yodo, níquel, potasio, silicio, cinc, azufre, bromo, ... También abundan la vitaminas A, B, C y E.
Además alberga un aceite esencial que contiene una sustancia volátil llamada alilo, con propiedades bactericidas y fungicidas.
Es interesante su contenido en glucoquinina, una sustancia hipoglicemiante considerada la «insulina vegetal», pues ayuda a combatir la diabetes.
Sus enzimas favorecen la fijación de oxígeno por parte de las células, colaborando en la función respiratoria.
En cuanto a sus componentes principales son: agua (89%), glúcidos (8,6 g), fibra (1,6 g), proteínas (1,2 g) y grasas (0,2 g), con 38 calorías por 100 g.

¿Por qué es sana la cebolla?
De todo lo expuesto anteriormente se puede deducir que la cebolla:


  • Estimula numerosas funciones orgánicas, pues
    es diurética, cardiotónica e hipoglucemiante.




  • Tiene asimismo propiedades antisépticas y emenagogas (regulación del ciclo menstrual).




  • Reduce, al igual que el ajo, la agregación plaquetaria (peligro de trombosis), así como los niveles de colesterol, triglicéridos y ácido úrico en la sangre.




  • De manera general, favorece el crecimiento, retrasa la vejez y refuerza las defensas orgánicas, sobre todo frente a agentes infecciosos.

    ¿A quién conviene?
    Las indicaciones terapéuticas de la cebolla son:




  • Edemas, oligurias (escasa formación de orina); congestión de los órganos pelvianos en la mujer y prostatismo en el hombre.




  • Enfermedades infecciosas; convalecencia; astenia.




  • Trastornos cardiacos; hipertensión; arteriosclerosis.
    Resfriados, gripe, bronquitis y tos.




  • Digestiones lentas y flatulencia con hipoclorhidria (disminución de jugos gástricos, pero se desaconseja en caso de hiperclorhidria y ardores).




  • Fermentaciones intestinales; estreñimiento; parásitos intestinales.




  • Nerviosismo, insomnio, depresiones menores.




  • Diabetes; reumatismo; obesidad y celulitis.

    Uso en la cocina
    La cebolla es imprenscindible en la cocina pues es uno de los condimentos más empleados en la cultura gastronómica mediterránea.Gracias a su jugosidad, la cebolla permite cocinar con muy poco aceite y agua. Encurtida, frita, rebozada, hervida, al horno o cruda la cebolla es deliciosa.

    Compra y conservación
    A la hora de la compra se deben elegir los ejemplares que tengan el bulbo firme, sin brotes y que conserven intacta la piel, que ha de ser crujiente.
    Para conservarlas bien no es recomendable introducirlas en el frigorífico. Por el contrario, se deben guardar en un lugar seco y ventilado, donde no tengan la luz directa, y colocadas sin amontonar.
    Dr.Daniel Bonet (salud)
    Santi Ávalos (cocina)




  • jueves, 13 de octubre de 2011

    CORREDOR BIOCEÁNICO


    http://www.bioceanicoaconcagua.com:8080/corredorBioceanico/es/videos.html

    Búsqueda del sentido de la vida.- El Libro de Eclesiastés

    El Libro de

    Eclesiastés


    Búsqueda del sentido de la vida

    1 Las palabras del Predicador, hijo de David, rey en Jerusalén: 2 "Vanidad de vanidades", dijo el Predicador; "vanidad de vanidades, todo es vanidad."
    3 ¿Qué provecho tiene el hombre de todo su duro trabajo con que se afana debajo del sol? 4 Generación va, y generación viene; pero la tierra siempre permanece. 5 El sol sale, y el sol se pone. Vuelve a su lugar y de allí sale de nuevo. 6 El viento sopla hacia el sur y gira hacia el norte; va girando de continuo, y de nuevo vuelve el viento a sus giros. 7 Todos los ríos van al mar, pero el mar no se llena. Al lugar adonde los ríos corren, allí vuelven a correr. 8 Todas las cosas son fatigosas, y nadie es capaz de explicarlas. El ojo no se harta de ver, ni el oído se sacia de oír. 9 Lo que fue, eso será; y lo que ha sido hecho, eso se hará. Nada hay nuevo debajo del sol. 10 ¿Hay algo de lo que se pueda decir: "Mira, esto es nuevo"? Ya sucedió en las edades que nos han precedido. 11 No hay memoria de lo primero, ni tampoco de lo que será postrero. No habrá memoria de ello entre los que serán después.
    12 Yo, el Predicador, fui rey de Israel en Jerusalén. 13 Y dediqué mi corazón a investigar y a explorar con sabiduría todo lo que se hace debajo del cielo. Es una penosa tarea que Dios ha dado a los hijos del hombre, para que se ocupen en ella. 14 He observado todas las obras que se hacen debajo del sol, y he aquí que todo ello es vanidad y aflicción de espíritu. 15 Lo torcido no se puede enderezar, y lo incompleto no se puede completar.
    16 Yo hablé con mi corazón diciendo: "He aquí que yo me he engrandecido y he aumentado mi sabiduría más que todos los que fueron antes de mí en Jerusalén, y mi corazón ha percibido mucha sabiduría y conocimiento." 17 Dediqué mi corazón a conocer la sabiduría y el conocimiento, la locura y la necedad. Pero he entendido que aun esto es conflicto de espíritu. 18 Porque en la mucha sabiduría hay mucha frustración, y quien añade conocimiento añade dolor.
    Vanidad del placer

    2 Yo dije en mi corazón: "¡Ven, pues; te probaré con el placer, y verás lo bueno!" Pero he aquí que esto también era vanidad. 2 A la risa dije: "¡Eres locura!"; y al placer: "¿De qué sirve esto?"
    3 Propuse en mi corazón agasajar mi cuerpo con vino y echar mano de la necedad -mientras mi corazón siguiera conduciéndose en sabiduría-, hasta ver en qué consiste el bien para los hijos del hombre, en el cual se han de ocupar debajo del sol, durante los contados días de su vida.
    4 Engrandecí mis obras, me edifiqué casas, planté viñas, 5 me hice huertos y jardines, y planté en ellos toda clase de árboles frutales. 6 Me hice estanques de aguas para regar con ellas un bosque donde crecieran los árboles. 7 Adquirí siervos y siervas, y tuve siervos nacidos en casa. También tuve mucho ganado, vacas y ovejas, más que todos los que fueron antes de mí en Jerusalén. 8 Acumulé también plata y oro para mí, y tesoros preciados de reyes y de provincias. Me proveí de cantantes, tanto hombres como mujeres; de los placeres de los hijos del hombre, y de mujer tras mujer. 9 Me engrandecí y acumulé más que todos los que fueron antes de mí en Jerusalén, y en todo esto mi sabiduría permaneció conmigo. 10 No negué a mis ojos ninguna cosa que desearan, ni rehusé a mi corazón placer alguno; porque mi corazón se alegraba de todo mi duro trabajo. Esta fue mi parte de todo mi duro trabajo.
    11 Luego yo consideré todas las cosas que mis manos habían hecho y el duro trabajo con que me había afanado en hacerlas, y he aquí que todo era vanidad y aflicción de espíritu. No había provecho alguno debajo del sol.
    Vanidad del afán humano

    12 Después yo volví a considerar la sabiduría, la locura y la necedad. Pues, ¿qué añadirá el hombre que suceda al rey, a lo que éste ya hizo? 13 Yo vi que la sabiduría tiene ventaja sobre la necedad, como la ventaja que la luz tiene sobre las tinieblas. 14 El sabio tiene sus ojos en su cabeza, pero el necio anda en tinieblas. También yo entendí que lo mismo acontecerá a todos ellos.
    15 Entonces dije en mi corazón: "Lo mismo que le acontecerá al necio me acontecerá también a mí. ¿Para qué, pues, me he hecho más sabio?" Y dije en mi corazón que también esto era vanidad. 16 Porque ni del sabio ni del necio habrá perpetua memoria, puesto que en los días venideros ya habrá sido olvidado todo. ¡Y cómo muere el sabio junto con el necio! 17 Entonces aborrecí la vida, porque la obra que se hace debajo del sol me era fastidiosa; pues todo es vanidad y aflicción de espíritu. 18 Asimismo, aborrecí todo el duro trabajo con que me había afanado debajo del sol, el cual tendré que dejar a otro que vendrá después de mí. 19 ¿Y quién sabe si él será sabio o necio? Sin embargo, se enseñoreará de todo el duro trabajo con que me he afanado para hacerme sabio debajo del sol. También esto es vanidad.
    20 Por tanto, volví a desesperarme con respecto a todo el duro trabajo con que me había afanado debajo del sol. 21 Porque se da el caso del hombre que habiéndose afanado con sabiduría, con conocimiento y con talento, deja sus bienes a otro hombre que jamás se afanó en ello. También esto es vanidad y un mal grande. 22 Porque, ¿qué logra el hombre de todo su duro trabajo y del conflicto de corazón con que se afana debajo del sol? 23 Porque todos sus días no son sino dolores; y su tarea, frustración. Ni aun de noche reposa su corazón. Esto también es vanidad.
    24 No hay, pues, mejor cosa para el hombre que comer y beber, y hacer que su alma vea lo bueno de su trabajo. Yo he visto que esto también proviene de la mano de Dios. 25 Pues, ¿quién comerá y se regocijará separado de él? 26 Porque al hombre que le agrada, Dios le da sabiduría, conocimiento y alegría; pero al pecador le da la tarea de acumular y amontonar, para que lo deje al que agrada a Dios. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.
    Un tiempo para todo

    3 Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora:
    2 Tiempo de nacer y tiempo de morir;
    tiempo de plantar y tiempo de arrancar lo plantado;
    3 tiempo de matar y tiempo de sanar;
    tiempo de destruir y tiempo de construir;
    4 tiempo de llorar y tiempo de reír;
    tiempo de estar de duelo y tiempo de bailar;
    5 tiempo de esparcir piedras y tiempo de juntar piedras;
    tiempo de abrazar y tiempo de dejar de abrazar;
    6 tiempo de buscar y tiempo de perder;
    tiempo de guardar y tiempo de arrojar;
    7 tiempo de romper y tiempo de coser;
    tiempo de callar y tiempo de hablar;
    8 tiempo de amar y tiempo de aborrecer;
    tiempo de guerra y tiempo de paz.
    9 ¿Qué provecho saca el que hace algo, de aquello en que se afana? 10 He considerado la tarea que Dios ha dado a los hijos del hombre, para que se ocupen en ella. 11 Todo lo hizo hermoso en su tiempo; también ha puesto eternidad en el corazón de ellos, de modo que el hombre no alcanza a comprender la obra que Dios ha hecho desde el principio hasta el fin.
    12 Yo sé que no hay cosa mejor para el hombre que alegrarse y pasarlo bien en su vida. 13 Y también, que es un don de Dios que todo hombre coma y beba y goce del fruto de todo su duro trabajo. 14 Sé que todo lo que Dios hace permanecerá para siempre. Sobre ello no hay que añadir, ni de ello hay que disminuir. Así lo ha hecho Dios, para que los hombres teman delante de él. 15 Aquello que fue ya es, y lo que ha de ser ya fue. Dios recupera lo que ya pasó.
    Las injusticias de la vida

    16 Además, he visto debajo del sol que en el lugar del derecho allí está la impiedad, y que en el lugar de la justicia allí está la impiedad. 17 Y yo dije en mi corazón: "Tanto al justo como al impío los juzgará Dios, porque hay un tiempo para todo lo que se quiere y para todo lo que se hace."
    18 Yo dije en mi corazón, con respecto a los hijos del hombre, que Dios los ha probado para que vean que ellos de por sí son animales. 19 Porque lo que ocurre con los hijos del hombre y lo que ocurre con los animales es lo mismo: Como es la muerte de éstos, así es la muerte de aquéllos. Todos tienen un mismo aliento; el hombre no tiene ventaja sobre los animales, porque todo es vanidad. 20 Todo va al mismo lugar; todo es hecho del polvo, y todo volverá al mismo polvo. 21 ¿Quién sabe si el espíritu del hombre sube arriba, y si el espíritu del animal desciende abajo a la tierra?
    22 Así que he visto que no hay cosa mejor para el hombre que alegrarse en sus obras, porque ésa es su porción. Pues, ¿quién lo llevará para que vea lo que ha de ser después de él?
    4 Yo me volví y vi todos los actos de opresión que se cometen debajo del sol: He allí las lágrimas de los oprimidos, que no tienen quien los consuele. El poder está de parte de sus opresores, y no tienen quien los consuele. 2 Entonces yo elogié a los difuntos, los que ya habían muerto, más que a los vivos, los que hasta ahora viven. 3 Pero consideré que mejor que ambos es el que aún no ha nacido, que no ha visto las malas obras que se hacen debajo del sol.
    4 Asimismo, yo he visto que todo trabajo y toda obra excelente son resultado de la rivalidad del hombre contra su prójimo. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.
    5 El necio se cruza de brazos y come su misma carne.
    Ventajas de una vida sabia

    6 Mejor es una mano llena de sosiego que ambos puños llenos de duro trabajo y de aflicción de espíritu. 7 Otra vez me volví y vi esta vanidad debajo del sol: 8 Se da el caso de un hombre solo y sin sucesor, que no tiene ni hijo ni hermano; pero no cesa de todo su duro trabajo, ni sus ojos se sacian de riquezas, ni se pregunta: "¿Para quién me afano yo, privando a mi alma del bienestar?" También esto es vanidad y penosa tarea.
    9 Mejor dos que uno solo, pues tienen mejor recompensa por su trabajo. 10 Porque si caen, el uno levantará a su compañero. Pero, ¡ay del que cae cuando no hay otro que lo levante! 11 También si dos duermen juntos, se abrigarán mutuamente. Pero, ¿cómo se abrigará uno solo? 12 Y si uno es atacado por alguien, si son dos, prevalecerán contra él. Y un cordel triple no se rompe tan pronto.
    13 Mejor es un muchacho pobre y sabio que un rey viejo e insensato que ya no sabe ser precavido; 14 aunque aquél para reinar haya salido de la cárcel, o aunque en su reino haya nacido pobre. 15 Vi a todos los vivientes debajo del sol caminando con el muchacho sucesor que estará en lugar del otro. 16 Era sin fin todo el pueblo que estaba delante de él. Sin embargo, los que vengan después tampoco estarán contentos con él. También esto es vanidad y conflicto de espíritu.
    El comportamiento ante Dios

    5 1 Cuando vayas a la casa de Dios, guarda tu pie. Acércate más para oír que para ofrecer el sacrificio de los necios, que no saben que hacen mal.
    2 No te precipites con tu boca, ni se apresure tu corazón a proferir palabra delante de Dios. Porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra; por tanto, sean pocas tus palabras. 3 Pues de la mucha preocupación viene el soñar; y de las muchas palabras, el dicho del necio.
    4 Cuando hagas un voto a Dios, no tardes en cumplirlo; porque él no se complace en los necios. Cumple lo que prometes. 5 Mejor es que no prometas, a que prometas y no cumplas. 6 No dejes que tu boca te haga pecar, ni digas delante del mensajero que fue un error. ¿Por qué habrá de airarse Dios a causa de tu voz y destruir la obra de tus manos? 7 Porque cuando hay muchos sueños, también hay vanidades y muchas palabras. Pero tú, teme a Dios.
    Paradojas de la vida

    8 Si observas en una provincia la opresión de los pobres y la privación del derecho y la justicia, no te asombres por ello. Porque al alto lo vigila uno más alto, y hay alguien aun más alto que ellos. 9 Pero en todo es provechoso para un país que el rey esté al servicio del campo.
    10 El que ama el dinero no quedará satisfecho con dinero, y el que ama las riquezas no tendrá beneficio. También esto es vanidad.
    11 Cuando los bienes aumentan, también aumentan los que los consumen. ¿Qué provecho, pues, tendrán sus dueños aparte de verlos con sus ojos?
    12 Dulce es el sueño del trabajador, haya comido poco o haya comido mucho; pero al rico no le deja dormir la abundancia.
    13 Hay un grave mal que he visto debajo del sol: las riquezas guardadas por su dueño, para su propio mal; 14 o aquellas riquezas que se pierden en un mal negocio. Y al engendrar un hijo, nada le queda en la mano. 15 Como salió del vientre de su madre, desnudo, así volverá; tal como vino, se irá. Nada de su duro trabajo llevará en su mano cuando se vaya. 16 Este también es un grave mal: que de la misma manera que vino, así vuelva. ¿Y de qué le aprovecha afanarse para el viento? 17 Además, consume todos los días de su vida en tinieblas, con mucha frustración, enfermedad y resentimiento.
    18 He aquí, pues, el bien que yo he visto: que lo agradable es comer y beber, y tomar satisfacción en todo el duro trabajo con que se afana debajo del sol, durante los contados días de la vida que Dios le ha dado; porque ésta es su porción. 19 Asimismo, el que Dios le dé a un hombre riquezas y posesiones, permitiéndole también comer de ellas, tomar su porción y gozarse de su duro trabajo, esto es un don de Dios. 20 Ciertamente no se acordará mucho de los días de su vida, ya que Dios lo mantiene ocupado con la alegría de su corazón.
    6 Hay un mal que he visto debajo del sol y que es muy gravoso sobre el hombre. 2 Se da el caso de un hombre a quien Dios ha dado riquezas, posesiones y honra, y nada le falta de todo lo que desea. Pero Dios no le ha permitido comer de ello; más bien, los extraños se lo comen. Esto es vanidad y penosa enfermedad.
    3 Si un hombre engendra cien hijos y vive muchos años, de modo que los días de sus años son numerosos, pero su alma no se sacia de sus bienes y ni aun recibe sepultura, digo yo que un abortivo es mejor que él. 4 Porque vino en vano y a las tinieblas se fue, y su nombre quedará cubierto con tinieblas. 5 Aunque no vio el sol ni nada conoció, más sosiego tiene éste que aquél. 6 Aunque aquél viva mil años dos veces, sin gozar del bien, ¿no van todos a un mismo lugar?
    7 Todo el duro trabajo del hombre es para su boca; y con todo eso, su alma no se sacia. 8 ¿Qué ventaja tiene el sabio sobre el necio? ¿Qué gana el pobre que sabe conducirse ante los demás seres vivientes?
    Lo que es mejor para el hombre

    9 Mejor es lo que los ojos ven que el divagar del deseo. Sin embargo, esto también es vanidad y aflicción de espíritu. 10 El que existe ya ha recibido un nombre, y se sabe que es sólo hombre y que no puede contender con quien es más fuerte que él. 11 Cuando hay muchas palabras, éstas aumentan la vanidad. ¿Qué ventaja, pues, tiene el hombre? 12 Porque, ¿quién sabe lo que es mejor para el hombre durante los contados días de su vana vida, los cuales él pasa como sombra? ¿Quién, pues, declarará al hombre qué habrá después de él debajo del sol?
    7 Mejor es el buen nombre que el perfume fino, y el día de la muerte que el día del nacimiento.
    2 Mejor es ir a la casa de duelo que a la casa del banquete. Porque eso es el fin de todos los hombres, y el que vive lo tomará en serio.
    3 Mejor es el pesar que la risa, porque con la tristeza del rostro se enmienda el corazón. 4 El corazón de los sabios está en la casa del duelo, pero el corazón de los necios está en la casa del placer.
    5 Mejor es oír la reprensión del sabio que oír la canción de los necios. 6 Porque la risa del necio es como el crepitar de las espinas debajo de la olla. Esto también es vanidad. 7 Ciertamente la opresión entontece al sabio, y el soborno corrompe el corazón.
    8 Mejor es el fin del asunto que el comienzo.
    Mejor es el de espíritu paciente que el de espíritu altivo. 9 No te apresures en tu corazón a enojarte, porque el enojo reposa en el seno de los necios. 10 No digas: "¿A qué se deberá que los tiempos pasados fueron mejores que éstos?" Pues no es la sabiduría la que te hace preguntar sobre esto.
    11 Mejor es la sabiduría con posesiones, y es una ventaja para los que ven el sol. 12 Porque la protección de la sabiduría es como la protección del dinero, pero la ventaja de conocer la sabiduría es que da vida a los que la poseen.
    La mesura y la prudencia

    13 Considera la obra de Dios. Porque, ¿quién podrá enderezar lo que él ha torcido? 14 En el día del bien, goza del bien; y en el día del mal, considera que Dios hizo tanto lo uno como lo otro, de modo que el hombre no puede descubrir nada de lo que sucederá después de él.
    15 Todo esto he observado en los días de mi vanidad. Hay justos que perecen en su justicia, y hay pecadores que en su maldad alargan sus días. 16 No seas demasiado justo, ni seas sabio en exceso. ¿Por qué habrás de destruirte? 17 No seas demasiado malo, ni seas insensato. ¿Por qué morirás antes de tu tiempo? 18 Bueno es que te prendas de esto y que tampoco apartes tu mano de lo otro, porque el que teme a Dios saldrá bien en todo.
    19 La sabiduría ayudará al sabio más que diez gobernantes que haya en la ciudad.
    20 Ciertamente no hay hombre justo en la tierra que haga lo bueno y no peque.
    21 No prestes atención a todas las cosas que se dicen, no sea que oigas a tu siervo que habla mal de ti. 22 Pues tu corazón sabe que muchas veces tú también has hablado mal de otros.
    Afanosa búsqueda de la sabiduría

    23 Todas estas cosas he probado con la sabiduría, y dije: "Me he de hacer sabio." Pero ella estaba lejos de mí. 24 Lo que está lejos y muy profundo, ¿quién lo podrá hallar? 25 Pero yo volví en mi corazón a conocer, a explorar y a buscar la sabiduría y la razón, para conocer lo malo de la necedad y la insensatez de la locura. 26 Y yo he hallado más amarga que la muerte a la mujer que es una trampa, cuyo corazón es una red y cuyas manos son ataduras. El que agrada a Dios escapará de ella, pero el pecador quedará atrapado por ella.
    27 "Mira", dice el Predicador, "habiendo considerado las cosas una por una, para dar con la razón, he hallado esto 28 -mi alma aún busca pero no halla-: Un hombre he hallado entre mil, pero una mujer no he hallado entre todos éstos. 29 Mira, he hallado sólo esto: que Dios hizo al hombre recto, pero los hombres se han buscado muchas otras razones."
    8 ¿Quién como el sabio? ¿Quién conoce la interpretación de las cosas? La sabiduría del hombre iluminará su rostro y transformará la dureza de su semblante.
    La autoridad y la justicia

    2 Guarda el mandato del rey, digo yo; y a causa del juramento hecho a Dios, 3 no te apresures a irte de su presencia, ni te detengas en cosa mala, porque él hará todo lo que le plazca. 4 Ya que la palabra del rey tiene poder, ¿quién le preguntará lo que hace? 5 El que guarda el mandamiento no conocerá el mal. El corazón del sabio conoce el tiempo y el proceder. 6 Pues para todo deseo hay un tiempo y un proceder, aunque grande es el mal que le sobreviene al hombre. 7 Porque éste no sabe qué ha de suceder; pues lo que ha de ser, ¿quién se lo declarará? 8 No hay hombre que tenga poder sobre el hálito de vida, como para retenerlo, ni hay poder sobre el día de la muerte. No hay tregua en semejante guerra, ni la impiedad librará a los que la poseen.
    9 Todo esto he observado, y he dedicado mi corazón a todo lo que se hace debajo del sol. Hay tiempo en que el hombre se enseñorea del hombre, para su propio mal. 10 Asimismo, he observado esto: que los impíos, que antes entraban y salían del lugar santo, son sepultados y reciben elogios en la ciudad donde así hicieron. Esto también es vanidad.
    11 Cuando la sentencia contra la mala obra no se ejecuta enseguida, el corazón de los hijos del hombre queda más predispuesto para hacer el mal. 12 Aunque un pecador haga mal cien veces y prolongue sus días, con todo yo sé que a los que temen a Dios, a los que temen ante su presencia, les irá bien. 13 Pero al impío no le irá bien, ni le serán alargados sus días como la sombra; porque no teme ante la presencia de Dios.
    Vanidad del destino humano

    14 Hay una vanidad que se hace sobre la tierra: Hay justos a quienes sucede como si hicieran obras de impíos, y hay impíos a quienes sucede como si hicieran obras de justos. Digo que esto también es vanidad. 15 Por eso yo elogio la alegría, pues el hombre no tiene debajo del sol mejor bien que comer, beber y alegrarse. Esto es lo que le queda por su duro trabajo en los días de su vida que Dios le ha dado debajo del sol.
    16 Al dedicar mi corazón a conocer la sabiduría y a ver la tarea que se realiza sobre la tierra (porque ni de noche ni de día los ojos del hombre disfrutan del sueño), 17 vi todas las obras de Dios. Ciertamente el hombre no logra comprender la obra que se hace debajo del sol. Por más que se esfuerce buscándolo, no lo alcanzará; aunque el sabio diga que lo conoce, no por ello podrá alcanzarlo.
    9 Ciertamente he dedicado mi corazón a todas estas cosas para aclarar todo esto: que los justos y sabios, y sus hechos, están en la mano de Dios. Si se trata del amor o del odio, el hombre no lo sabe. Todo lo que está delante de ellos 2 es vanidad, puesto que a todos les sucede lo mismo: al justo y al impío, al bueno y al malo, al puro y al impuro, al que ofrece sacrificios y al que no los ofrece. Como el bueno, así es el que peca; y el que jura, como el que teme el jurar.
    3 Este es el mal que hay en todo lo que se hace debajo del sol: que a todos les sucede lo mismo; también que el corazón de los hijos del hombre está lleno de mal, que la locura está en su corazón mientras dura su vida, y que después descienden al lugar de los muertos. 4 Pero para todo aquel que está unido a los vivos hay esperanza, pues mejor es perro vivo que león muerto. 5 Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos no saben nada, ni tienen más recompensa, pues la memoria de ellos es puesta en el olvido. 6 También han desaparecido su amor, su odio y su envidia. Ya no tienen parte en este mundo, en todo lo que se hace debajo del sol.
    7 Anda, come tu pan con gozo y bebe tu vino con alegre corazón, porque tus obras ya son aceptables a Dios. 8 En todo tiempo sean blancas tus vestiduras, y nunca falte aceite perfumado sobre tu cabeza. 9 Goza de la vida, con la mujer que amas, todos los días de tu vana vida, que Dios te ha dado debajo del sol; porque ésta es la porción de tu vida y del duro trabajo con que te afanas debajo del sol. 10 Todo lo que te venga a la mano para hacer, hazlo con empeño. Porque en el Seol, a donde vas, no hay obras, ni cuentas, ni conocimiento, ni sabiduría.
    El poder de la sabiduría

    11 Entonces volví a observar debajo del sol que no es de los veloces la carrera, ni de los valientes la batalla, ni de los sabios el pan, ni de los entendidos las riquezas, ni de los conocedores la gracia; sino que a todos les llegan el tiempo y el contratiempo. 12 Porque el hombre tampoco conoce su tiempo. Como los peces que son atrapados en la mala red y como los pájaros que quedan presos en la trampa, así son atrapados los hijos del hombre en el tiempo malo, cuando éste cae de repente sobre ellos.
    13 También he visto esta sabiduría debajo del sol, la cual me parece grandiosa: 14 Había una ciudad pequeña con pocos hombres en ella, y contra ella vino un gran rey y la rodeó edificando contra ella grandes torres de asedio. 15 Y se encontraba en ella un hombre pobre, pero sabio, el cual con su sabiduría libró a la ciudad. Pero nadie se acordaba de aquel hombre pobre. 16 Entonces dije: "Mejor es la sabiduría que la fuerza, aunque el conocimiento del pobre sea menospreciado y sus palabras no sean escuchadas."
    17 Las palabras del sabio, oídas con sosiego, son mejores que el grito del que gobierna entre los necios. 18 Mejor es la sabiduría que las armas de guerra, pero un solo pecador destruye mucho bien.
    Proverbios sobre causa y efecto

    10 Las moscas muertas hacen heder el frasco del fino perfume del perfumista. Así afecta un poco de necedad a la sabiduría y a la honra.
    2 El corazón del sabio se inclina a su derecha; pero el corazón del necio, a su izquierda.
    3 Aun cuando el insensato ande en el camino, le falta entendimiento, y a todos hace saber que es insensato.
    4 Si el ánimo del gobernante se excita contra ti, no abandones tu puesto; porque la serenidad apacigua grandes ofensas.
    5 Hay un mal que he observado debajo del sol, como el error que proviene de un gobernante: 6 El insensato es colocado en grandes alturas, y los ricos habitan en posición humilde. 7 He visto siervos a caballo y príncipes andando a pie como siervos.
    8 El que cava un hoyo caerá en él, y al que rompa el cerco le morderá una serpiente.
    9 El que corta piedras se lastima con ellas, y el que parte leña corre peligro con ella.
    10 Si se embota el hacha y no es afilada, hay que añadir más esfuerzo. Pero es más ventajoso aplicar la sabiduría.
    11 Si la serpiente muerde antes de ser encantada, de nada sirve el encantador.
    12 Las palabras de la boca del sabio son agradables, pero los labios del necio causan su propia ruina. 13 El comienzo de las palabras de su boca es necedad, y el final de su hablar es locura nociva.
    14 El insensato multiplica las palabras, aunque el hombre no sabe lo que ha de suceder. Y lo que habrá de ser después de él, ¿quién se lo declarará?
    15 El duro trabajo fatiga al necio, de manera que él ni siquiera sabe cómo ir a la ciudad.
    16 ¡Ay de ti, oh tierra, cuando tu rey es un muchacho y tus príncipes se festejan de mañana! 17 Bienaventurada tú, oh tierra, cuando tu rey es un hijo de nobles, y tus príncipes comen a su hora, para reponer sus fuerzas y no para embriagarse.
    18 Por la pereza se hunde el techo, y por la flojedad de manos tiene goteras la casa.
    19 El alimento se prepara para disfrutarlo, el vino alegra la vida, y el dinero preocupa a todos.
    20 Ni aun en tu alcoba maldigas al rey, ni en tu dormitorio maldigas al rico; porque las aves del cielo llevarán la voz, y las criaturas aladas declararán el asunto.
    11 Echa tu pan sobre las aguas, porque después de muchos días lo volverás a encontrar.
    2 Reparte a siete, y también a ocho; porque no sabes qué mal vendrá sobre la tierra.
    3 Si las nubes se recargan de agua, derramarán lluvia sobre la tierra. Y si el árbol cae hacia el sur o hacia el norte, en el lugar donde caiga, allí quedará.
    4 El que observa el viento no sembrará, y el que se queda mirando las nubes no segará.
    5 Como tú no comprendes cómo entra el espíritu a los huesos en el vientre de la mujer encinta, así no comprenderás la obra de Dios, quien hace todas las cosas.
    6 En la mañana siembra tu semilla, y por la tarde no dejes reposar tu mano; porque tú no sabes cuál será mejor, si esto o lo otro, o si ambas cosas son igualmente buenas.
    7 Agradable es la luz, y bueno es a los ojos ver el sol.
    8 Si el hombre vive muchos años, alégrese en todos ellos; pero traiga a la memoria los días de las tinieblas, que serán muchos. Todo lo que habrá ocurrido es vanidad.
    Exhortación para los jóvenes

    9 Alégrate, joven, en tu adolescencia, y tenga placer tu corazón en los días de tu juventud. Anda según los caminos de tu corazón y según la vista de tus ojos, pero ten presente que por todas estas cosas Dios te traerá a juicio. 10 Quita, pues, de tu corazón la ansiedad, y aleja de tu cuerpo el mal; porque la adolescencia y la juventud son vanidad.
    12 Acuérdate de tu Creador
    en los días de tu juventud:
    antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas:
    "No tengo en ellos contentamiento";
    2 antes que se oscurezcan el sol y la luz de la luna y de las estrellas, y las nubes vuelvan tras la lluvia;
    3 cuando tiemblen los guardias de la casa y se dobleguen los hombres valerosos;
    cuando estén inactivas las muelas, por quedar pocas, y se oscurezcan los que miran por las ventanas;
    4 cuando se cierren las puertas de la calle, y se debilite el ruido del molino;
    cuando uno se levante ante el gorjeo de un pajarito, y todas las hijas del canto sean abatidas;
    5 cuando también se tenga miedo de la altura y haya horrores en el camino;
    cuando florezca el almendro,
    la langosta se arrastre pesadamente
    y se pierda el deseo.
    Es que el hombre se va a su morada eterna, y los que hacen duelo rondan alrededor de la plaza.

    6 Acuérdate de él
    antes que se rompa el cordón de plata
    y se destroce el tazón de oro;
    antes que el cántaro se quiebre junto al manantial, y la rueda se rompa sobre el pozo.
    7 Es que el polvo vuelve a la tierra, como era;
    y el espíritu vuelve a Dios, quien lo dio.

    8 "Vanidad de vanidades", dijo el Predicador; "todo es vanidad."
    Conclusión del discurso

    9 Y cuanto más sabio fue el Predicador, tanto más enseñó sabiduría al pueblo. También sopesó, investigó y compuso muchos proverbios. 10 El Predicador procuró hallar palabras agradables y escribir correctamente palabras de verdad.
    11 Las palabras de los sabios son como aguijones, y como clavos hincados son las palabras que forman parte de una colección y que son expuestas por un Pastor.
    12 Además de esto, hijo mío, queda advertido: El hacer muchos libros es algo sin fin, y el mucho estudio fatiga el cuerpo.
    13 La conclusión de todo el discurso oído es ésta: Teme a Dios y guarda sus mandamientos, pues esto es el todo del hombre. 14 Porque Dios traerá a juicio toda acción junto con todo lo escondido, sea bueno o sea malo.

    Reina-Valera Actualizada, 1989.