De hecho ya había adquirido una propiedad en la localidad de Tres Arroyos hace poco tiempo y se la devolvió a su dueño. Aunque en este caso sí recibió la devolución del dinero.
Claudio Del Valle.
En el partido bonaerense de Tres Arroyos, Del Valle ya tenía un antecedente similar. En diálogo con radio LU24 el benefactor contó que allí compró una propiedad habitada por un tal Eduardo Avincetta. “Le habían rematado el 50 por ciento, había una división de condominio. Era una ejecución entre parientes y como no tenía el dinero en ese momento yo la compré, hablé con él y le hice la sesión”, explicó.
A diferencia del caso de Bahía Blanca, Del Valle esta vez sí recibió la devolución del dinero.“Avincetta me cumplió a los dos o tres meses, no tengo nada para decir, sólo agradecimiento”, agregó.
¿Cómo se entera de los remates?
Del Valle indicó que tiene un listado por internet de todo el país. "He hecho Olavarría, Tandil, Tres Arroyos, Trenque Lauquen, Coronel Suárez, Pigüe, Bahía Blanca, Santa Rosa”, contó.
También mencionó indicó que “en situaciones de sucesiones están todos peleados” y aclaró: “Yo no me aprovecho de eso y prefiero hablar con la gente”.
Sin embargo no detalló cómo ni por qué elige las propiedades que compra, o si cobra algún interés a quienes sí les recibe la devolución del dinero.
El caso de Bahía Blanca
En 1997 Silvina adquirió un terreno a un "supuesto" vendedor y recibió el boleto de compra-venta, aunque dichas tierras en realidad pertenecían a una inmobiliaria.
Poco después, con mucho esfuerzo, iniciaron la construcción con la ayuda de toda la familia y hace apenas unos meses finalizaron con el baño y la instalación del gas y otros servicios.
En tanto, la inmobiliaria mantenía una deuda con el Banco de La Pampa que terminó en remate, pese al recurso de amparo interpuesto por Silvina.
Durante el remate, alguien ofertó 70 mil pesos y ahí fue cuando Del Valle se paró frente a la silla, levantó la mano y ofertó 71 mil. La cifra no fue superada y el martillero la dio por vendida.
Segundos después se dirigió a Silvina y le dijo: "La compré para que no la perdieras". Aplausos, abrazos y llantos, esta vez de alegría, invadieron la sala del Centro de Martilleros.
Fuente: LU24
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