Creo que una de las cosas más
importantes en la vida es ser agradecido.
Por más que tengamos problemas de
solución incierta o que no podamos lograr algunos sueños que deseamos mucho. El
agradecimiento es una manera de ver el vaso medio lleno, y de tener una actitud
que nos permite estar permanentemente abiertos a recibir aún más.
Siempre hay razones para agradecer.
En lo personal, trato de enfocarme en todo lo bueno que esta vida me ha dado –
la posibilidad de estudiar, de tener una familia, de gozar de salud, de estar
rodeado de gente que me quiere, de comer a diario… Si lo pensamos bien, la
lista puede ser prácticamente interminable.
Claro que me faltan cosas, más que a
algunas personas, menos que a otras. No tengo todo lo que desearía. De lo que
carezco, intento alcanzar lo posible (y algunas cosas menos posibles también),
y entiendo que no hay manera de tener absolutamente todo. Lo que carecemos
muchas veces nos muestra caminos para superarnos, para esforzarnos más, para
aprender de nosotros mismos, para aceptar lo que no podemos cambiar y para,
nuevamente, agradecer por todas las bendiciones con que nos han colmado.
Tienes mucho más de lo que crees, y
probablemente, mucho más de lo que necesitas para ser feliz. Sólo es preciso
que, por un instante, te conectes con eso internamente, y agradezcas porque
está presente en tu vida.
¿Qué vas a agradecer el día de hoy?
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