LA REENCARNACIÓN Y
LOS SUEÑOS
Sobre si nuestra energía psíquica (o sea, nosotros)
vivimos diferentes existencias, a lo largo del tiempo, con diferentes cuerpos
físico (nuestro medio de transporte en el mundo de tres dimensiones), se han
escrito ríos de tinta. A pesar de que, en ocasiones, se ha podido demostrar la
veracidad de los recuerdos de algunas personas, sigue siendo un tema
científicamente proscrito. También es verdad que las fantasías de muchos,
mezcladas con el ansia de ser grandes o admirados, tratan de elevar la locura al
pedestal de la verdad. Esta página está dedicada a todos los que viven en el
mundo de los sueños experiencias de otros tiempos o mantienen en su cerebro
algún resquicio de vivencias que no ocurrieron en su vida actual.
***
Todos los pueblos del pasado, todas las culturas (incluido el cristianismo de antes del concilio de Nicea en el siglo IV) admitían que el alma podía volver a la tierra envuelta en cuerpos distintos. Dicho de otra forma: que nacíamos más de una vez.
Para que cualquiera pueda acercarse a este interesante tema con objetividad hace falta que:
1.- Este libre de prejuicios y con su mente flexible.
2.- Tenga sentido del humor... es decir, que no sea propensa a obsesionarse con nada. Si cumples estos requisitos, sigue. Si no, mejor que leas una novela.
Si admitimos la posibilidad de que podamos haber vivido otras vidas, tendremos que estar de acuerdo en dos puntos:
A) Que nuestro cerebro actual no tiene porque guardar recuerdo alguno puesto que nació con el resto del cuerpo.
B) Que esas otras vidas no deben haber sido muy diferentes, en su esencia, de la que tenemos ahora... porque el/la protagonista es la misma. O sea, que cambiando de coche el conductor no tiene porque variar sus tendencias psicológicas fundamentales.
Cuando hablamos con personas obsesionadas con el esoterismo nos encontramos "reencarnaciones" de faraones, sacerdotisas, apóstoles, jesucristos, dioses, sabios, filósofos... como si en tiempos pasados no hubiera habido campesinos, zapateros, madres dedicadas a sus hijos, putas o ladrones. Los seres humanos queremos siempre ser grandes, a través de nuestro trabajo o simplemente inventando historias.
También es verdad que conocemos a personas más sencillas que pueden relatar acontecimientos de otras vidas. Pero no son dados a publicarlos. Las vivencias del mundo onírico y algunas prácticas especiales nos han llevado a recuperar una serie de ¿recuerdos? que tienen todas las características de pertenecer a otras vidas. En el caso particular del que escribe, en 14 años ha podido reconstruir someramente 32 guiones de posibles vidas anteriores.
Todo esto sería una estupidez y una pérdida lamentable de tiempo si sólo aspirase a pavonearme en tertulias o a escribir un libro más para ganar un poco de dinero al tiempo que me echo flores vanagloriándome de haber sido bravo soldado, indio sabio o salvador de un pueblo. Estaría totalmente rematado si tan siquiera me dedicase a comentar estos supuestos recuerdos
Este asunto debería tener algún sentido más. Demostrar que nuestra psiquis o alma no se destruye con el cuerpo carece de sentido. Porque siempre será cuestión de creer o no creer. Y esto no es un camino satisfactorio. Lo más cercano a la realidad es lo que se vive y no lo que se lee o se quiere creer. La verdad es que tales recuerdos, cuando son recuperados, tienen un valor indiscutible para uno mismo. Y ese valor estriba en LA POSIBILIDAD DE MEJORAR LA VIDA ACTUAL TOMANDO COMO BASE ESOS RECUERDOS. En suma, de CONOCERSE A UNO MISMO. Y no le deis mas vueltas. No sirven ni para ayudar a otros, ni para ninguna otra cosa. Elevar creencias al rango de verdad es una pésima afición.
No dejeis que otros os digan lo que fuisteis en vidas pasadas. Estareis siempre en el terreno del dogmatismo. Por mucha confianza que hayais depositado en esa persona tendreis que reconocer que por ese camino no sabreis nunca si lo que os dicen tiene algo de realidad o no. Libraros de esa vanidad que nos hace ir detrás de lo supuestamente extraordinario. ¿Quereis algo realmente maravilloso?. Entonces daos cuenta que estais aquí. Vuestro presente es lo más importante que teneis. Realmente es lo único que teneis. Lo demás son historias.
Pero como decíamos... si sois capaces de jugar y no tomaros absolutamente en serio nada, entonces tal vez podais estudiar vuestras vidas pasadas. Pero esto será una actividad privada, vuestra... y de nadie más
Os diré que, en lo personal, esos recuerdos me han permitido entender (de alguna manera no racional) muchos de los motivos de mis acciones actuales. También, curiosamente, me han llevado a comprender de "qué" conocía a mis amigos y familia. Lo cierto es que esas escenas de un posible pasado se ajustan enormemente con el presente. En esas escenas están casi todas las personas que conozco en la actualidad, con caras diferentes, con cuerpos distintos... pero son los mismos.
¿Sabeis como se reconocen a esas personas?. Mirándonos a los ojos. Con razón dicen que son el espejo del alma. Los ojos parecen el "bichito" que asoma por el cascarón. Hay personas que os caen, inmediatamente, simpáticas y otras que os producen rechazo. ¿Cual es el secreto origen de estas atracciones y repulsiones?. Las experiencias que a lo largo del tiempo (otras vidas) habeis vivido con ellas. Puede que en esta vida sigais caminos algo diferentes. Pero os mirais a los ojos y os reconoceis. Porque dijimos que el recuerdo no está en el cerebro. Pero, sin embargo, tenemos un espacio mental donde sí están esas vivencias fielmente grabadas. Ese espacio mental es parte del Mundo de los Sueños...
No es mi pretensión llenar de paja esta página. Sentadas ciertas bases, vamos a lo práctico.
PRESTA ATENCIÓN A TUS SUEÑOS
Se supone que estás llevando adelante tu DIARIO DE NAVEGACIÓN, recuperando tu MEMORIA ONÍRICA o practicando el YOGA DEL SUEÑO. Posiblemente te habrás dado cuenta que algunos sueños parecen desarrollarse en un ambiente distinto al actual, como de épocas pasadas. En ellos se encuentran escenas importantes que debes registrar y recordar. Es un comienzo...
PRESTA ATENCIÓN A TUS SUEÑOS
Simplemente dedica unos minutos, de vez en cuando, a una práctica de meditación con el objeto de investigar algún evento curioso, encuentro o situación de tu vida normal. Hazlo así: elige una escena de tu vida. En tu casa, tranquilamente, te relajas ( puedes ir a Técnicas de relajación ). Dejas que te venga un poco de sueño y reconstruyes con tu imaginación la escena que quieres investigar. La revives nuevamente pero ahora con un estado de atención relajada... observando todo lo que sucede. Si tienes el grado justo de sueño (al principio recomendamos que lo hagas sentado y no totalmente acostado) surgirán elementos nuevos, la escena cambiará, las personas, tal vez, vistan de otra manera... en suma, que por una simple asociación espontanea de tu mente relajada sacarás a la luz el suceso (de una posible vida anterior) que dio origen a la escena que viviste en esta. Te darás cuenta que los eventos de vidas pasadas se parecen mucho a los de esta, aunque lógicamente hay cambios. Puede que antes te enfadaras con esa persona por un trozo de tierra y ahora por algunos CDs que no te ha devuelto. Pero somos esencialmente los mismos.
Tal vez puedas entender o encontrar una explicación útil de porque te ocurren ciertas cosas. Si recuperas el recuerdo de una vida en que tenías mucho dinero y predominaba en ti el orgullo, por ejemplo, tendrás un dato que puede explicar por qué en esta vida no tienes grandes amigos. Y lo más importante: tal vez puedas ponerle remedio. Es sólo un ejemplo.
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Todos los pueblos del pasado, todas las culturas (incluido el cristianismo de antes del concilio de Nicea en el siglo IV) admitían que el alma podía volver a la tierra envuelta en cuerpos distintos. Dicho de otra forma: que nacíamos más de una vez.
Para que cualquiera pueda acercarse a este interesante tema con objetividad hace falta que:
1.- Este libre de prejuicios y con su mente flexible.
2.- Tenga sentido del humor... es decir, que no sea propensa a obsesionarse con nada. Si cumples estos requisitos, sigue. Si no, mejor que leas una novela.
Si admitimos la posibilidad de que podamos haber vivido otras vidas, tendremos que estar de acuerdo en dos puntos:
A) Que nuestro cerebro actual no tiene porque guardar recuerdo alguno puesto que nació con el resto del cuerpo.
B) Que esas otras vidas no deben haber sido muy diferentes, en su esencia, de la que tenemos ahora... porque el/la protagonista es la misma. O sea, que cambiando de coche el conductor no tiene porque variar sus tendencias psicológicas fundamentales.
Cuando hablamos con personas obsesionadas con el esoterismo nos encontramos "reencarnaciones" de faraones, sacerdotisas, apóstoles, jesucristos, dioses, sabios, filósofos... como si en tiempos pasados no hubiera habido campesinos, zapateros, madres dedicadas a sus hijos, putas o ladrones. Los seres humanos queremos siempre ser grandes, a través de nuestro trabajo o simplemente inventando historias.
También es verdad que conocemos a personas más sencillas que pueden relatar acontecimientos de otras vidas. Pero no son dados a publicarlos. Las vivencias del mundo onírico y algunas prácticas especiales nos han llevado a recuperar una serie de ¿recuerdos? que tienen todas las características de pertenecer a otras vidas. En el caso particular del que escribe, en 14 años ha podido reconstruir someramente 32 guiones de posibles vidas anteriores.
Todo esto sería una estupidez y una pérdida lamentable de tiempo si sólo aspirase a pavonearme en tertulias o a escribir un libro más para ganar un poco de dinero al tiempo que me echo flores vanagloriándome de haber sido bravo soldado, indio sabio o salvador de un pueblo. Estaría totalmente rematado si tan siquiera me dedicase a comentar estos supuestos recuerdos
Este asunto debería tener algún sentido más. Demostrar que nuestra psiquis o alma no se destruye con el cuerpo carece de sentido. Porque siempre será cuestión de creer o no creer. Y esto no es un camino satisfactorio. Lo más cercano a la realidad es lo que se vive y no lo que se lee o se quiere creer. La verdad es que tales recuerdos, cuando son recuperados, tienen un valor indiscutible para uno mismo. Y ese valor estriba en LA POSIBILIDAD DE MEJORAR LA VIDA ACTUAL TOMANDO COMO BASE ESOS RECUERDOS. En suma, de CONOCERSE A UNO MISMO. Y no le deis mas vueltas. No sirven ni para ayudar a otros, ni para ninguna otra cosa. Elevar creencias al rango de verdad es una pésima afición.
No dejeis que otros os digan lo que fuisteis en vidas pasadas. Estareis siempre en el terreno del dogmatismo. Por mucha confianza que hayais depositado en esa persona tendreis que reconocer que por ese camino no sabreis nunca si lo que os dicen tiene algo de realidad o no. Libraros de esa vanidad que nos hace ir detrás de lo supuestamente extraordinario. ¿Quereis algo realmente maravilloso?. Entonces daos cuenta que estais aquí. Vuestro presente es lo más importante que teneis. Realmente es lo único que teneis. Lo demás son historias.
Pero como decíamos... si sois capaces de jugar y no tomaros absolutamente en serio nada, entonces tal vez podais estudiar vuestras vidas pasadas. Pero esto será una actividad privada, vuestra... y de nadie más
Os diré que, en lo personal, esos recuerdos me han permitido entender (de alguna manera no racional) muchos de los motivos de mis acciones actuales. También, curiosamente, me han llevado a comprender de "qué" conocía a mis amigos y familia. Lo cierto es que esas escenas de un posible pasado se ajustan enormemente con el presente. En esas escenas están casi todas las personas que conozco en la actualidad, con caras diferentes, con cuerpos distintos... pero son los mismos.
¿Sabeis como se reconocen a esas personas?. Mirándonos a los ojos. Con razón dicen que son el espejo del alma. Los ojos parecen el "bichito" que asoma por el cascarón. Hay personas que os caen, inmediatamente, simpáticas y otras que os producen rechazo. ¿Cual es el secreto origen de estas atracciones y repulsiones?. Las experiencias que a lo largo del tiempo (otras vidas) habeis vivido con ellas. Puede que en esta vida sigais caminos algo diferentes. Pero os mirais a los ojos y os reconoceis. Porque dijimos que el recuerdo no está en el cerebro. Pero, sin embargo, tenemos un espacio mental donde sí están esas vivencias fielmente grabadas. Ese espacio mental es parte del Mundo de los Sueños...
No es mi pretensión llenar de paja esta página. Sentadas ciertas bases, vamos a lo práctico.
PRESTA ATENCIÓN A TUS SUEÑOS
Se supone que estás llevando adelante tu DIARIO DE NAVEGACIÓN, recuperando tu MEMORIA ONÍRICA o practicando el YOGA DEL SUEÑO. Posiblemente te habrás dado cuenta que algunos sueños parecen desarrollarse en un ambiente distinto al actual, como de épocas pasadas. En ellos se encuentran escenas importantes que debes registrar y recordar. Es un comienzo...
PRESTA ATENCIÓN A TUS SUEÑOS
Simplemente dedica unos minutos, de vez en cuando, a una práctica de meditación con el objeto de investigar algún evento curioso, encuentro o situación de tu vida normal. Hazlo así: elige una escena de tu vida. En tu casa, tranquilamente, te relajas ( puedes ir a Técnicas de relajación ). Dejas que te venga un poco de sueño y reconstruyes con tu imaginación la escena que quieres investigar. La revives nuevamente pero ahora con un estado de atención relajada... observando todo lo que sucede. Si tienes el grado justo de sueño (al principio recomendamos que lo hagas sentado y no totalmente acostado) surgirán elementos nuevos, la escena cambiará, las personas, tal vez, vistan de otra manera... en suma, que por una simple asociación espontanea de tu mente relajada sacarás a la luz el suceso (de una posible vida anterior) que dio origen a la escena que viviste en esta. Te darás cuenta que los eventos de vidas pasadas se parecen mucho a los de esta, aunque lógicamente hay cambios. Puede que antes te enfadaras con esa persona por un trozo de tierra y ahora por algunos CDs que no te ha devuelto. Pero somos esencialmente los mismos.
Tal vez puedas entender o encontrar una explicación útil de porque te ocurren ciertas cosas. Si recuperas el recuerdo de una vida en que tenías mucho dinero y predominaba en ti el orgullo, por ejemplo, tendrás un dato que puede explicar por qué en esta vida no tienes grandes amigos. Y lo más importante: tal vez puedas ponerle remedio. Es sólo un ejemplo.
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