6 de mayo de 2012
Hoy mismo...
Es la belleza el futuro en la mirada de un niño; hallar en ella la inocencia que brota de los ojos que aprenden de la vida.
Una tierna caricia es ese regalo que siempre necesitamos volver a sentir…
El amor y los cuidados que tuvimos en la infancia marcan para siempre el
umbral de nuestras emociones.
Pero… ¿dónde se van
escondiendo con los años?
Aprendemos que los sentimientos son frágiles y no es conveniente exponerlos
a cualquiera.
Empezamos a castrar lo más genuino y humano que tenemos… Nos enseñan a ser reservados,
comedidos con ellos…
Hay que domarlos, como si de potros salvajes se trataran… No
sea que puedan desbocarse…
Así los vamos encerrando en
lo más hondo, hasta olvidar que están ahí para recordar que estamos vivos,que no
hay que tener miedo de ser "tan" humanos…
¡Y cuánto nos cuesta dejarlos en libertad y volver a ser nosotros mismos!
Tal vez nos lleva toda una vida... Eso es demasiado tarde...
Ser libre es ser consecuente con lo que se siente...Decía Oscar Wilde:" A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto y, de pronto, toda nuestra vida se concentra en un instante".
Ojalá que sea hoy mismo...
Imagen: Diego Arroyo
1 comentario:
Muchas gracias, Profesor Cocca, por darle aún mas eco a mis reflexiones. Ha sido una muy grata sorpresa. Aprovecho para enviarle mis saludos y mis mejores deseos.
Un fuerte abrazo. :-)
Publicar un comentario