Tocar nuestro cuerpo cuando experimentamos un dolor agudo puede dar al cerebro una imagen más clara de lo que está sucediendo en el cuerpo y llegar a disminuir el dolor.
Se pensaba que la representación mental del cuerpo era sólo un factor a tener en cuenta en pacientes con dolor crónico, como cuando los amputados experimentan el dolor de un miembro fantasma, porque la imagen mental cerebral del cuerpo no está actualizada.
Un estudio publicado en la revista Current Biology, señala que las imágenes mentales son también importantes en la experiencia del dolor agudo.
A los participantes del estudio se les pidió que colocaran los dedos índice de ambas manos en agua caliente, a 42,7 ºC, mientras que al mismo tiempo sumergían los dedos medios en agua fría, a 13,8 ºC.
La diferencia de temperatura creaba la ilusión de que los dedos medios estaban en agua muy caliente y causaban dolor, de esta manera se induce al cerebro a pensar que los dedos se había escaldado cuando no lo estaban.
Se les dijo a los participantes que tocaran con los dedos de una mano la otra, entonces informaron de una reducción del dolor que sentían en sus dedos medios, en un 64 por ciento.
Los investigadores creen que el toque de ambas manos, no era sólo proporcionaba al cerebro una información real sobre la temperatura de los dedos, sino que también permitió el cerebro crear una imagen más coherente del cuerpo.
"En otras palabras, la auto-toque influye en cómo se representa el cerebro el estado actual del cuerpo", decía Marjorie kammers del University College de Londres, "y además, puede influir en la manera en que experimentamos el dolor."
Se pensaba que la representación mental del cuerpo era sólo un factor a tener en cuenta en pacientes con dolor crónico, como cuando los amputados experimentan el dolor de un miembro fantasma, porque la imagen mental cerebral del cuerpo no está actualizada.
Un estudio publicado en la revista Current Biology, señala que las imágenes mentales son también importantes en la experiencia del dolor agudo.
A los participantes del estudio se les pidió que colocaran los dedos índice de ambas manos en agua caliente, a 42,7 ºC, mientras que al mismo tiempo sumergían los dedos medios en agua fría, a 13,8 ºC.
La diferencia de temperatura creaba la ilusión de que los dedos medios estaban en agua muy caliente y causaban dolor, de esta manera se induce al cerebro a pensar que los dedos se había escaldado cuando no lo estaban.
Se les dijo a los participantes que tocaran con los dedos de una mano la otra, entonces informaron de una reducción del dolor que sentían en sus dedos medios, en un 64 por ciento.
Los investigadores creen que el toque de ambas manos, no era sólo proporcionaba al cerebro una información real sobre la temperatura de los dedos, sino que también permitió el cerebro crear una imagen más coherente del cuerpo.
"En otras palabras, la auto-toque influye en cómo se representa el cerebro el estado actual del cuerpo", decía Marjorie kammers del University College de Londres, "y además, puede influir en la manera en que experimentamos el dolor."
- - Referencia: UPI.com, 23 de septiembre 2010
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